El ballet clásico quizás es de las disciplinas artísticas que se ha mantenido más inamovible a lo largo de los años. Así como la ópera -y ya no digamos el teatro- se ha reciclado de mil y una maneras, el ballet sigue fiel a un repertorio, a unas coreografías y a una estética muy concreta que ha permitido pocas variaciones. La evolución de la danza poco tiene que ver con este género o subgénero, que relacionamos indefectiblemente con los tutús, Chaikovski, las compañías rusas y los especiales navideños. El Ballet de San Petersburgo, acostumbrado a hacer gira europea por teatros que están fuera de los circuitos más canónicos, aterriza a menudo en Barcelona o en Madrid cargada con sus decorados […]
Carles Armengol Gili
853 Recomendaciones