La intención de este menú teatral era hablar de las masculinidades tóxicas o frágiles en tono de comedia, un poco al estilo de la serie Machos Alfa. La premisa de que los tres amigos protagonistas no se han visto nunca llorar quizás resulta un poco forzada, aparte de generar una trama muy previsible. De todas formas, el problema principal es que no se crean situaciones excesivamente divertidas, los personajes no consiguen que empaticemos con ellos y las escenas “serias” o más trascendentes tampoco acaban de sorprender ni emocionar… Una lástima, sobre todo si tenemos en cuenta que el contexto del restaurante funcionaba y que había bastante elementos interesantes para satisfacer al público. La carencia de una trama que enganche también […]