Brillante reinterpretación de la obra de Strindberg

Júlia

Júlia
29/01/2017

La Trilogia de la imperfecció que está ofreciendo esta temporada Sala Atrium engloba tres de los mejores personajes femeninos de la dramaturgia europea: Nora (Casa de muñecas), Júlia (La señorita Julia) y Nina (La gaviota). Ahora ha tocado el turno a la obra de Strindberg y Raimon Molins, director del proyecto, ha vuelto a jugar muy sabiamente con las proyecciones, el espacio sonoro y la actualización de una obra que habitualmente cuesta de entender fuera de su contexto. El resultado es brillante, incluso podríamos decir que hipnótico. Las proyecciones de diferentes versiones cinematográficas de la pieza nos sirven flashbacks muy interesantes, a la vez que ayudan a ver lo que ocurre detrás de las paredes y las puertas cerradas. Los anacronismos (magnífica entrada de Júlia vestida de época actual) y la mezcla de idiomas y otros recursos hace que el conjunto sea rico a la hora de transmitir emociones muy diversas.

Es cierto que a veces la tecnología puede llegar a abrumar o despistar, e incluso podríamos decir que las transiciones que presenta el argumento no siempre se resuelven de la mejor manera. Pero hay ideas buenísimas, momentos estéticamente brillantes y unas interpretaciones que rozan la excelencia (magnífico el Jean de Jordi Llordella). Por tanto, un proyecto arriesgado que asume su naturaleza desde el principio y que no tiene miedo a nada. Una manera brillante de recuperar y reciclar clásicos que ya no se pueden hacer sólo de la forma original.

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