La Calórica ha vuelto a acertar. Después del paréntesis de El profeta, un drama ambicioso y muy bien construido, el grupo vuelve a la comedia… aunque sea con regusto amargo y un mensaje poco alentador. A pesar de no haber visto todos sus montajes, creo que con esta pieza se ha conseguido la excelencia y se han condensado todas las virtudes del grupo, y sobre todo de sus dos principales artífices, Joan Yago e Israel Solà. Para empezar, aplaudo la acotación del espacio -aquí reducido a un pequeño escenario donde caben una mesa y cuatro sillas-, la precisión de los diálogos y la dirección ágil y vertiginosa. Es cierto que a veces el ritmo atropella incluso a los actores, provocando […]
Carles Armengol Gili
853 Recomendaciones