La Zaranda es uno de los grupos históricos dentro del teatro independiente que se hace en Andalucía, al estilo de compañías como La Cuadra de Sevilla o Atalaya. Se fundó el 1978 en Jerez de la Frontera, a pesar de que en los últimos tiempos ha añadido a su nombre la condición de Teatro inestable de ninguna parte. Su proceso de creación artística se ha basado siempre en la experimentación y la investigación, además de mostrar desde los inicios un claro interés por cuestiones universales como el tiempo, el miedo, la desesperanza, la soledad, etc. En los últimos espectáculos también han tocado temas de cariz más social, como los efectos de la vejez en la obra El grito en el cielo o la problemática de los sin techo en la pieza que ahora nos ocupa. De hecho, Ahora todo es noche es una dura reflexión sobre aquellos que lo han perdido todo y que viven apartados de la sociedad, como si fueran invisibles o incluso elementos molestos que enturbian el paisaje urbano.
Por medio del humor, de la ternura y de la excepcional composición de personaje que hacen los tres actores –Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y Francisco Sánchez-, la obra nos lleva poco a poco hacia una aventura sin final que nos permite compartir con los protagonistas su dura vida. Es cierto que esta vez no juegan con los recursos escénicos habituales en otros espectáculos, y que acaban por defender una propuesta casi desnuda y excesivamente sobria, pero no se puede negar que el espíritu de la compañía está en el escenario desde que se levanta el telón… y hasta que desaparecen los actores (hay que saber que en los espectáculos de La Zaranda no se saluda, cosa que puede chocar pero que también dice mucho del compromiso y de la coherencia del grupo).