Ver a Mercè Arànega transmutada en una especie de Núria Feliu de l’Eixample ya vale realmente la pena. Su trabajo, riguroso y perfectamente ejecutado, es sin ningún tipo de duda lo mejor de la función. Una función, por cierto, que parte de una muy buena idea pero que no acaba de cuajar del todo bien. Como comedia resulta bastante irregular, y como sátira quizás es demasiado indulgente. Es de agradecer que se repasen uno por uno todos los temas de la Cataluña de los últimos años, desde el caso Pujol hasta la Vía Catalana, pero la temática daba para sacar más punta y hacer un análisis más crítico. Finalmente, Rosich ha optado por una comedia costumbrista que funciona a ratos […]