Un hombre, una mujer... y un cuervo

Baró d'Evel: Là

Baró d’Evel: Là
08/07/2018

Cuando lees que la obra la protagonizan un hombre, una mujer y un cuervo empiezan las dudas sobre lo que te espera en el teatro. Si ves que el espectáculo se cataloga como de circo también cuesta hacerse una idea. Pero finalmente Baró d’Evel siempre sorprende. Esta compañía franco-catalana, capitaneada por el hijo de Tortell Poltrona, hace una magnífica mezcla de danza, teatro, ejercicios de equilibrio y trabajo con animales. Quizás sí que es circo, pero en todo caso un circo vanguardista e innovador, que explora nuevos caminos y que fusiona los géneros hasta difuminarlos o confundirlos.

 es la primera parte de un díptico, y seguramente sorprenderá por su sencillez y su minimalismo formal. A partir de dos colores (el blanco y el negro del cuervo Gus) y un micro que también acaba siendo coprotagonista, los intérpretes explican la historia de una pareja. A partir de sueños, alguna canción y gestos muy precisos acabamos viendo las dificultades de una relación, con sus discusiones, sus relaciones sexuales, la ruptura y también la reconciliación, etc. Cuesta de explicar todo el que los intérpretes transmiten, pero cuesta muy poco de sentir… Tanto Blaï Mateu Trias como la espléndida Camille Decourtye nos tocan el alma y el corazón con su relación escénica. Y que vigilen con el cuervo, que es uno roba-escenas de primera categoría…

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