El llarg dinar de Nadal

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El llarg dinar de Nadal es una obra en un acto escrita por el dramaturgo norteamericano Thornton Wilder en 1931.

Sinopsis

En casa de la familia Bayard el pavo está a punto y el vino, en las copas. Un año más se reúnen alrededor de la mesa y comen, aman, lloran, nacen, beben, añoran, ríen, mueren… Y repiten rituales, ecos y canciones, de generación en generación. Y comparten la tragedia cotidiana y eterna del paso del tiempo.

A través de su historia, veremos los cambios en las costumbres y hábitos de una parte de la sociedad estadounidense en el cambio del siglo XIX al XX, en una pieza teatral singular, cargada de humanidad, humor y ternura. Os invitamos a vivir 90 años a través de sus 90 comidas de Navidad, porque “sólo el paso del tiempo puede curar estas cosas”.

Duración:
60 minutos

Idioma:
Catalán

Sinopsis

Ficha artística

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Opiniones del espectáculo 21

Recomendaciones Teatre Barcelona

Espectadores/as

Mariona Rebull
Teatre Barcelona

El aroma de lo exquisito

A los espectadores, últimamente, tanto en la gran pantalla como en los escenarios, se les ha atiborrado –y nunca mejor dicho- de obras sobre comidas familiares convertidas en campo de batalla: el argumento donde en un encuentro casual saltan chispas de rencor y envidia ha proliferado tanto hasta convertirse casi en un género en sí mismo. Por suerte, alejado de tópicos y rifirrafes de manual podemos disfrutar de El llarg dinar de Nadal. ¡Y tan largo! 90 años resumidos en una sola hora. Eso sí, tiempo más que suficiente si como es el caso, se sabe despojar la paja del grano para ir a lo esencial. Y lo esencial, no es más que lo común -y a la vez idiosincrático- en todas las familias: la repetición de las anécdotas de antaño, las costumbres que cambian para quedarse igual y por supuesto, las muertes que nos arrastran al recuerdo y al pasado y los nacimientos que llevan el aroma de la esperanza y del porvenir.

La obra, magistralmente interpretada por actores camaleónicos -¡hasta envejecen sin maquillaje!- guarda el sabor de obras de tanta envergadura como Léxico Familiar de Natalia Ginzburg. Y aunque desgraciadamente, también comparta con la novela italiana el trasfondo del belicismo, El llarg dinar de Nadal nos recuerda que, aunque todo pase, siempre perdura la esencia de lo perenne. Así que, delante de tal obra maestra, uno no puede más que quitarse el sombrero y no escatimar en superlativos más que merecidos: sublime, sensacional, exquisita.

17/01/2019
Hebert Parodi
Teatre Barcelona

Una obra maestra sobre la vida a través del paso del tiempo

Una joya este montaje de La Ruta 40 con texto de Thornton Wilder y dirigido por Alberto Díaz.

Casi un siglo de comidas de Navidad de familia americana bien posicionada, retratada con toques de humor, drama, tristeza y melancolía en casi 60 minutos. Con palabras sencillas, lejos de grandes discursos, la vida desfila ante ti, con episodios que se repiten y marcan los márgenes del folio donde se va escribiendo la vida. Al final, es darse cuenta de que la vida es un círculo por el que transitan todas las familias, donde las alegrías y tristezas van y vienen, se repiten y son de orígenes similares (nacimientos, matrimonios, muertes …).

Esta larga comida es pequeña pero enorme, la vida de una familia que en el fondo es la de casi todas, parece sencilla porque no quiere ser grandilocuente pero contiene las complejidades de la vida, corta pero transcurre un siglo, breve pero te acompaña durante mucho tiempo, tierna pero sin sentimentalismos innecesarios, dramática pero te hace sonreír…

Los actores no sólo deben asumir varios roles sino que su transformación física ante nuestros ojos, como los afecta el paso del tiempo sin recurrir a maquillaje o vestuario es impresionante. A lo largo de los años hemos podido ver varios repartos, cada uno con sus matices pero siempre con la delicadeza que el montaje destila incluso antes de empezar con el precioso cartel y una puesta en escena tan sencilla como elegante.

En resumen: Intensa como la vida, delicada como un pétalo. Si después de 6 o 7 veces de ver una obra, con diferentes intérpretes, aún te deja con la boca abierta y se te humedecen los ojos, es que es una maravilla. Y una prueba clara de que no se necesitan grandes recursos económicos sino talento para crear obras maestras.

21/12/2018
Josep Maria Ribaudí i Martí
Teatre Barcelona

¡Conseguid una entrada!

Vale la pena porque es una obra muy recomendable puesta en escena magistralmente por La Ruta 40 con la dirección de Albert Díaz. Entraréis en una especie de túnel del tiempo que a lo largo de noventa años, y pasando del siglo XIX al XX, en que una familia celebra la (las) cena de Navidad. que siempre empiezan igual: «el sermón del pastor este año me ha emocionado y me ha hecho saltar las lágrimas» dice la dueña de la casa. Con una puesta en escena sencilla y muy efectiva, los actores se han movido lenta y equilibradamente en un mundo que ya no existe y quizás ni entonces existía.

07/12/2014
Elsa Álvarez Forges
Teatre Barcelona

El teatro maravilloso de la vida

No es un drama ni una comedia, sino todo lo contrario, porque no tiene principio ni fin: es un ciclo que recomienza eternamente, como la vida. Los personajes nacen, crecen, se hacen mayores, se casan, tienen hijos y mueren. A través del paso de los años y de las generaciones cambian los temas de conversación y las preocupaciones, pero el centro es siempre la familia y la casa solariega. Es un retrato en movimiento de la familia Bayard.

Los siete actores que salen hacen ahora de señores, ahora de criados, de viejos o de niños. Es un trabajo coral muy remarcable, sin que nadie sobresalga. Escenográficamente, a pesar de las limitaciones de un espacio tan reducido como el Círcol Maldà, la obra está muy bien resuelta. Juega con las dos puertas que hay al final de la sala, de las que una es la muerte, con una luz blanca como signo distintivo.

El llarg dinar de Nadal me conmovió mucho por la sencillez, la humanidad y la ternura que rezuma, porque habla de las pequeñas cosas de la vida, las alegrías, las tristezas, las miserias, sin ninguna estridencia ni ningún punto de giro brusco. Claro, no es una obra lineal, sino cíclica, estamos ante una misma escena repetida muchas veces con personajes que van cambiando. Uno sale del teatro envuelto de vida, por unos momentos se ha sentido como si fuese un invitado más en aquella mesa puesta. Sólo lamenté una cosa: que fuese demasiado corta (dura exactamente una hora).

Lee la crónica completa (en catalán)

01/12/2014
Markos Goikolea
Teatre Barcelona

Timelapse de una familia

La compañía La Ruta 40 vuelve una Navidad más con esta obra de Thornton Wilder para retratar en tan sólo 60 minutos la historia de toda una saga familiar.

Gracias al uso de elipsis temporales perfectamente integradas en los diálogos, somos testigos del paso (y peso) del tiempo sobre la familia Bayard y la casa que habitan. Las diferentes generaciones transitan por este espacio que también funciona como delimitador temporal de la obra, empezando con la primera cena de Navidad que se celebra en la casa para cerrar con la última.

Durante estos 90 años conocemos a multitud de personajes que vienen y van según termina el ciclo vital de cada uno, representando el nacimiento y la muerte con preciosas metáforas que marcan el estilo de la obra. A pesar de los múltiples personajes que aborda cada intérprete, no llegamos a perdernos gracias a un ritmo acelerado que no les permite estancarse en ninguno de ellos, creando esta sensación de timelapse acelerado pero delicado al mismo tiempo.

No hay mejor contexto que la Navidad para relatar la historia de una familia a través del tiempo. Argumento universal en el que fácilmente vemos reflejadas nuestras historias familiares y vínculos afectivos. Además, también nos remite a obras como Cien Años de Soledad, recordándonos que “hay cosas que sólo el tiempo puede curar”.

13/12/2018
Iván F. Mula
Teatre Barcelona

La familia y el paso del tiempo

No resulta fácil hacer un espectáculo ambientado en Navidad y pensado para representarse durante estas fechas que no sea abiertamente anti-navideño o que, al contrario, destile cursilería o unas almibaradas buenas intenciones. Sorprendentemente, El llarg dinar de Nadal consigue huir de estos tópicos haciendo una propuesta muy interesante que reflexiona, con delicadeza y una sutil profundidad, sobre la familia, el paso del tiempo, la pérdida y, en general, la vida misma. El espectáculo representa, con una especial habilidad para generar elipsis, 90 comidas de Navidad de una familia a lo largo de 90 años. El trabajo interpretativo de todo el reparto es tan elegante, detallista, específico y coordinado que consiguen transmitir con agilidad el peso de todo aquello que se sufre durante las diferentes décadas en aquella casa. La duración del montaje es breve pero el impacto de su calado te acompaña después de salir del teatro durante un buen rato. Y es que la potencia emocional de algunas de sus metáforas, como la muerte o el nacimiento, por ejemplo, remueve las entrañas de cualquier espectador que tenga presente sus propias ausencias. Triste pero, a la vez, repleta de belleza, la obra apuesta por una sola idea pero le saca el máximo provecho, dando pie a reflexiones y sentimientos de los que es difícil escapar.

18/12/2017
David Elfa Novoa
Teatre Barcelona

La vida a través dels dinars de Nadal

El pas del temps en les arts pot despertar-nos nostalgia i evocar sentiments diversos que ens condueixin a la reflexió. Sens dubte, teatralment parlant, es tracta d'un efecte màgic que necessita de professionals talentosos per tal que es produeixi i pugui arribar a l'espectador de forma evocadora. Precisament, això és el que aconsegueix aquest muntatge de la companyia La Ruta 40, el qual aposta per un minimalisme escènic que sap dibuixar en la ment de l'espectador l'atmosfera necessària a través de recursos senzills i efectius. Així, la posada en escena recolza un text que resumeix 90 anys d'una nissaga només a través dels dinars de Nadal, tot incidint en l'evolució dels personatges tant a nivell vital com sentimental. De fet, el muntatge juga amb la fluïdesa per tal de fer-ho més efectiu, tot agilitzant el muntatge i alhora aportant l'efecte especial al que fèiem referència. A més, l'obra compta amb un equip actoral a l'alçada de l'espectacle, el qual sap transmetre el pas del temps dels seus personatges sense caure en la sobreactuació, tot i tenir la difícil tasca dels constants canvis a que aquests es veuen avocats per les característiques del muntatge. Per tant, podem dir que El llarg dinar de Nadal parteix d'una bona idea, la qual es desenvolupa molt bé pel seu autor i que, finalment, s'executa de forma molt satisfactòria per La Ruta 40 al Maldà.

11/12/2017
Carles Armengol Gili
Teatre Barcelona

La vida entre dos puertas

Alguien podría decir que en este largo almuerzo de Navidad pasan pocas cosas o que pasan casi siempre las mismas, pero algún otro podría asegurar que pasa la vida. Y así es, puesto que durante poco más de una hora asistimos a los almuerzos navideños de cuatro generaciones de la familia Bayard, con sus pequeñas historias, sus disputas y los inevitables nacimientos o defunciones. Una pieza corta de Thornton Wilder que fue escrita casi como un ejercicio teatral y que desde hace unos años se ha convertido en una pieza obligada para estas fechas en el Maldà, el mejor escenario posible. Y es que La Ruta 40 ha conseguido un espectáculo sutil y delicado, donde se acentúan las intenciones del autor y la vida se transforma -casi de forma imperceptible- ante nuestros ojos. Sin ningún tipo de duda, un ejercicio que Alberto Díaz dirige con precisión y que emociona por la sencillez de sus efectos: una puerta por los nacimientos, otra para las muertes… No sabemos cuánta vida le queda todavía al montaje, pero tengo claro que si ellos quieren y las circunstancias les son favorables podríamos estar a punto de crear una pequeña tradición. De momento, esta es la quinta temporada desde aquel estreno, un ya lejano 12 de noviembre de 2014.

09/12/2017
Xavi Pijoan
Teatre Barcelona

Queda’t com estàs ara

Amb tota la parsimònia del món, dues minyones, que seran presències gairebé fantasmals al llarg de tota la representació, paren la taula d'un dinar de Nadal de casa bona. Amb la parsimònia i la desgana de qui les ha parat tota la vida aquestes taules, però a qui no se'ls ha permès ni se'ls permetrà gaudir-ne. Així arrenca "El llarg dinar de Nadal", un muntatge de la companyia Ruta 40 dirigit per Alberto Díaz, a partir de la peça escrita el 1938 per Thornton Wilder (Madison, Wisconsin, 1897 – Hamden, Connecticut, 1975).

Al llarg de quatre generacions i noranta Nadals, acompanyarem la família Bayard, les seves dones i els seus homes, els naixements i les morts, que se succeeixen de manera inexorable i acaben conformant una dimensió temporal particular que comparteixen amb un públic hipnotitzat per la cadència del text, que és la cadència de la vida. Hi ha una porta dels naixements i una porta de les morts, una mena d'itinerari vital que mai no és recte però sí indefugible.

¿Per què els espectadors del Maldà se senten part d'aquell menjador, d'aquelles vides, de la familia Bayard? Per què ens corprèn "El llarg dinar de Nadal" des del minut 1? Les virtuts del text agafen encara més volada gràcies a una posada en escena minuciosa, gairebé d'un orfebre coneixedor que la història demana carregar de significat els gestos i les mirades dels personatges, que exigeix un to i un ritme capaços de farcir d'intensitat i tendresa els silencis. En aquest sentit, el pes recau en la interpretació matisadíssima de tot l'elenc d'actrius i actors, conscients que la subtilesa de la seva feina serà clau a l'hora d'establir el vincle emocional amb el públic.

El gran encert del muntatge és haver entès que la potència del text és en allò que no explica, en tot el què passa entre un dinar i un altre. Alberto Díaz dissenya un joc de mirades profundes, molt fordianes, que construeix vides senceres i atorga versemblança a la historia.

"El llarg dinar de Nadal" és la sublimació d'aquell desig tan humà d'aturar el temps un instant. encara que només sigui per adonar-nos, novament, que no és possible fer-ho. L'àvia i la mare criden a l'uníson al més petit de la familia: "Queda't com estàs ara!", l'expressió d'un desig que se sap infructuós però que ens surt del lloc més recòndit.

Petit gran teatre al Maldà.

15/01/2017
Miquel Gascon Baz
Teatre Barcelona

Una pequeña joya teatral

En poco más de una hora y viendo diferentes secuencias de una comida de Navidad de una familia, a través del tiempo, nos cuenta la historia de esta familia, en un largo período de 90 años. Es angustioso comprobar cómo es de corta la vida cuando se ve desde fuera, con una perspectiva más acelerada, en el que únicamente se relacionan los hechos más característicos de la vida de un grupo de personas, bajo el techo de un mismo hogar.

Los intérpretes, todos ellos muy jóvenes, trabajan sus múltiples papeles de manera muy creíble, aunque muchas veces deben representar edades mucho más avanzadas en la propia, sin más maquillaje que su interpretación y el modo de como lo retransmiten a los espectadores. Interpretación coral muy, muy satisfactoria.

02/12/2014
Gema Moraleda
Teatre Barcelona

La vida es una larga comida de Navidad

La vida es lo que transcurre entre una comida de Navidad y la siguiente. Si miramos las fotos de nuestras últimas comidas de Navidad, seguramente veremos más o menos las mismas caras y actitudes muy similares en los protagonistas. El llarg dinar de Nadal nos muestra noventa años de una familia condensados en estas comidas que, en el fondo, son siempre la misma. Con unas interpretaciones increíbles y delicadas en las que vemos envejecer a los actores ante nuestros ojos son la ayuda de ningún tipo de maquillaje, La ruta 40 presenta un montaje conmovedor sobre la familia y la pérdida. Una reflexión lúcida, emotiva y emocionante sobre el paso del tiempo y el recuerdo. Un montaje pequeño pero lleno de matices.

Solo os queda una semana para disfrutarlo. ¡Dáos prisa!

Más información (en catalán)

30/11/2014
Neus Mònico Fernández
Teatre Barcelona

Un magnífico trabajo interpretativo

El llarg dinar de Nadal es una obra de teatro escrita por Thomton Wilder en 1931 y que la cía. La Ruta 40 ha estrenado en el Círcol Maldà. Con un reparto de siete actores hemos revivido la comida de Navidad de la familia Bayard durante noventa años. Una obra que nos habla del paso del tiempo, de la vida, de la muerte y de la familia. Una comida de Navidad, donde se hacen comentarios repetitivos y se recuerda a aquellos que ya no están.

La obra comienza con la primera comida de Navidad de los Bayard en la casa nueva que se acaban de comprar. Nos encontramos en el comedor de la casa, donde dos criadas irán parando la larga mesa; lo hacen de una manera pausada y delicada, señalándola como elemento importante de la obra; es el lugar donde transcurrirá toda la acción. El joven matrimonio Bayard celebra su primer comida de Navidad en la casa nueva, la abuela en silla de ruedas se sienta junto a su nuera. «Qué buena pinta que hace el pavo, hum …, y qué bien huele», «Esta mañana, incluso la más pequeña rama está cubierta de nieve, es increíble!», «Qué bonito ha sido el sermón, incluso me ha hecho llorar, a mi madre también le gustaba y la hacía llorar «, estas son algunas de las frases que se irán repitiendo año tras año, generación tras generación por parte de los personajes de este El llarg dinar de Nadal. Al cabo de un rato nos a damos cuenta que estamos en la siguiente comida de Navidad; la abuela ya no está, la joven ya es madre, nace una criatura, muere el hijo, … y así año tras año hasta el final de la obra donde la casa se ha hecho vieja y ya no queda nadie; el último heredero de los Ballard se ha casado y ha comprado una nueva casa donde celebrará su primera comida de Navidad, acompañado de su madre, ya vieja y en silla de ruedas.

Con una magnífica dirección de Alberto Díaz, esta puesta en escena donde los mismos personajes (cuatro generaciones de la misma familia) envejecen ante nuestros ojos, y se van incorporando y desapareciendo a la comida durante noventa años (en tan sólo una hora), es sensacional. En cuanto a la interpretación, todos los actores están increíbles!!. Unas interpretaciones muy bien trabajadas, donde el público puede apreciar el paso del tiempo gracias a sus expresiones de la cara, el tono de voz y el movimiento. Un trabajo de interpretación para quitarse el sombrero.

Yo de vosotros no me la perdería!!!

24/11/2014
Mercè Rubià
Teatre Barcelona

Un delicioso juego teatral

La Ruta 40 nos ofrece una comida de Navidad a lo largo de 90 años. Un muslo de pollo? Un poco de vino? Las preguntas se mantienen a lo largo de los años, al igual que los sermones de la parroquia. Preocupaciones, sueños y gestos que se repiten en las cuatro generaciones de la familia Bayard, propietaria de fábricas y cada vez más adinerada, que nos lleva de viaje en el tiempo, desde los indios de la época de la abuela Bayard a la Segunda guerra Mundial… un viaje que nos hace reír, pero que en algún momento también nos deja helados, porque cuando aún tenemos la sonrisa en los labios, nos da una buena bofetada. Y es que a lo largo de 90 años hay desgracias, frustraciones, sueños que no se cumplen y una soledad que deja un regusto amargo.

El plato principal, sin embargo, es un jugoso juego teatral donde el espectador entra rápidamente. El autor, Thornton Wilder, consigue construir un texto que nos permite ver, sin ningún corte ni cambio de escena, la evolución del paso del tiempo. Hay que decir, además, que tanto la dirección de Alberto Díaz como el trabajo actoral son deliciosos, muy delicados y llenos de ternura. Las hijas se convierten en madres y abuelas con sutileza y elegancia, el actor que interpreta al abuelo convierte criado en la escena siguiente y sirve el vino en la familia… El tiempo les cambia la actitud, la mirada, el tono de voz. Cuando uno u otro se hacen grandes encogen, incluso cambian el rostro y puedes adivinarlos el cansancio, el peso de los años. Pero ya no nos resulta extraño, después de las primeras escenas y saltos en el tiempo, uno no sólo se Avesa, sino que entra de lleno en el juego. Un juego que sigue con las puertas: una de nacimientos y otra de defunciones, por donde irán alejando los personajes y que nos proporcionará momentos de incertidumbre cuando alguno de ellos se acerque. En resumen, un espectáculo lleno de magia que encuentra un aliado fantástico en una sala llena de encanto y de proximidad como el Maldà. Recomendadíssima!

21/11/2014
JOSE GABRIEL DEL VIEJO

Bienvenidos a la cena de Navidad de la familia Bayard. Los integrantes de la familia se reúnen en la mesa. El pavo está listo, el vino abundante y durante 90 años vamos a ver el paso de la vida, de las generaciones. Año tras año… siempre en Navidad…
Resulta curioso que una obra que nos muestra varias generaciones de una familia dure solamente una hora.
La obra me ha parecido una delicia. Muy familiar, muy cercana, muy normal.
El paso del tiempo de los integrantes de la familia y los pequeños cambios en la sociedad.
Me ha encantado!
Ya era muy fan de Bruna Cusí, Mima Riera y Alberto Díaz pero es que he descubierto a Ania Huguetque me ha maravillado con su interpretación, su sutileza en sus expresiones…
Que me ha encantado vamos!
La obra perfecta para estas Navidades!

22/12/2021
LA CRÍTICA - lacritica.xyz

Una obra interesante, y no tan conocida, sobre las familias que conquistaron el Oeste para tener su «casa en la pradera» (hermosa «Home on the Range»). Lástima que sea la última reposición, porque se había convertido en una bonita tradición navideña (este año era mi segunda vez), y cuenta muy bien la historia no oficial de los EEUU entre la Guerra de Secesión y el crack de 1929. Ojalá que en las próximas temporadas tengamos más Thornton Wilder («Nuestra ciudad» sería un lujo…).

27/12/2018
Lucia

És un must en majúscules. Bravo!!

16/12/2018
marcel

L’obra dura una hora escassa. Quasi sembla més un esquema d’obra que una obra acabada: els personatges no tenen gruix. Però el tema que toca sí que en té. I els actors, ben dirigits, fan una actuació continguda i subtil.

05/12/2017
Lara Vidal

Preciós muntatge que subratlla el pas del temps de manera exquisita i tranquil·la

21/11/2017
Josep Via Santacana

Una petita obra de art, petita per la durada inmensa en tot lo demés, teatre pur.A lo ja dit amb altres opinions, que coincideixo, si voldria afegir que hem va recordar la petita meravella de pelicula anomenada «Dublineses(Los muertos)» de Jhon Huston segons un relat de James Joyce, en aquesta pelicula un sopar habitual del dia de la Epifania a Dublin, es el pretexte per fer una reflexió al voltant de taula, sobre el pas del temps, la vida i la mort tot a un ritme lent i al mateix temps plé de sensibilitat i bellesa, malgrat les abismals diferencies amb «El llarg dinar de Nadal» m ho va recordar i aon alla nomes eren reflexions aqui ens trobem amb el pas real del temps.Per mi es una meravella i demostraçio de molt talent condensa amb aprox. 1 hora el pas de 90 anys de un dinar de nadal sempre el mateix i sempre diferent i demostracio que la durada de una obra teatral es secundaria, aqui no fa falta mes temps per trasladar sensacions i emocions al espectador, en ocasions tres hores també es fan curtes i 1 h pot arribar a fer-se llarga, res a veure la durada amb el posible interes per
l´espectador.Voldria resaltar la idoneitat del espai Circol Maldà, per aquest espectacle, el menjador aon te lloc el sopar amb aquest escenari i el seu entorn sembla fet a mida.Jo també hi era el dia de les 100 representacions amb la satisfaccio de gaudir amb els 13 interprets de aquesta celebraçio i compartirla.

18/12/2016
Josep OS

Se m’ha fet llarga l’espera, però ha valgut la pena perquè avui al Maldà, La Ruta 40 festejava les 100 representacions d’aquesta obra. I ho han fet de la millor manera que saben, fent teatre. Normalment dels tretze personatges, sis els interpreten sis actors que fan doblet. Doncs bé avui han volgut que els que ho han fet en temporades anteriors, estiguessin presents pel que hem gaudit en escena de 13 actors cada un en el seu paper. Dit això, l’obra tracta del pas del temps d’una família en el dinar de Nadal durant 90 anys i on de generació en generació afloren els records dels que ens han deixat, dels que han nascut, riuen, ploren i també expressen les seves divergències i els somnis que no s’han complert. Tot això tractat amb una delicadesa i tendresa indescriptible que m’ha deixat tocat. Una magífica posada en escena sense cap canvi el poc més d’una hora que dura l’obra. Pel que fa a la interpretació no vull perquè no seria just, destacar a ningú perquè la feina de tots sense excepció és immillorable així com la direcció per part d’Alberto Díaz. Per als que no l’hagueu vist, és un imprescindible i us aconsello que us doneu pressa perquè ja hi ha moltes sessions exhaurides, i no us passi com a mi l’any passat.

17/12/2016
maría j gonzález mondaza

Me encantó y me sedujo la cronología, el espacio que apenas cambia, los personajes que siguen inmóviles. Altamente aconsejable.

08/12/2016