Aprovechando que tienen el teatro de la Biblioteca de Catalunya ocupado con El llarg dinar de Nadal, la troupe de Oriol Broggi, La Perla 29, se aventura estas fiestas en un proyecto efímero: reconvertir el cine Aribau –que cuenta con la pantalla de mayor proyección de Catalunya– en una sala para 350 espectadoras. Lo hacen para levantar a Hamlet Aribau, una propuesta insólita que revisita el clásico de William Shakespeare, traducido por Joan Sallent, desde una perspectiva muy cinematográfica.
Hamlet cuenta una historia de venganzas y dolores. La historia comienza cuando el hijo del recientemente fallecido rey de Dinamarca, descubre, por la aparición del fantasma de su padre, que éste ha muerto de modo terrible. Su propio hermano, Claudi, lo ha envenenado, y su madre es cómplice. En ese momento empezará a dudar de todo lo que ve y oye, de la realidad de lo que le rodea o de la verosimilitud de la aparición que ha podido ver con sus ojos. La tragedia que se esconde detrás de la muerte de su padre se irá descubriendo poco a poco, en un texto cargado de poesía que ha legado algunos de los versos más famosos de la historia teatral. El joven Guillermo Balart dará vida a este atormentado príncipe de Dinamarca. Le acompañarán en escena Míriam Alamany, Toni Gomila, Carles Martínez y Ramon Vila, Marc Rius, Elena Tarrats y Sergi Torrecilla.
Un espacio inmersivo
El cine Aribau formará parte activa del montaje. La sala, construida en 1962, celebra 60 años poniendo en valor su legado cultural y arquitectónico. La sala, que conserva el espíritu de la época dorada del séptimo arte, fue construida por el arquitecto Pere Ricart Biot y lleva el sello en la decoración del interiorista y diseñador industrial Antoni Bonamusa, artífice de la remodelación de la mayoría de cines de la ciudad a partir de los años 60. Ahora La Perla 29 ha montado un escenario y una gradería sobre las 1.175 localidades de la platea. «No queríamos perder la proximidad con nuestro público», explica Broggi. «Será un Hamlet espectacular y con muchos referentes cinematográficos».
Este Hamlet Aribau supone la segunda aproximación de la compañía, conocida por propuestas como Incendis (2012), Filumena Marturano (2021), Luces de bohemia (2011) o Una giornata particolare (2015), a uno de los personajes más universales del teatro. Su primer Hamlet fue en 2009, protagonizada por Julio Manrique. «En Shakespeare encontramos libertad. La libertad total dentro de la medida extraordinaria de sus versos», apunta el director. Pensar en volver a montar la historia del príncipe que hurga en el crimen familiar les hizo «una ilusión loca, casi pueril», motivo que les llevó a repensarse y apostar por revisitar esa «tragedia que necesita ser contada una y otra vez», y encontrar nuevos modos y espacios para trabajar.
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