Hoy día, y aquí (no sé si en Austria), Thomas Bernhard es visto como un autor fundamental, revolucionario en su momento y con un poso de intelectualidad muy grande. Pero en la segunda mitad del siglo pasado los austríacos lo tenían como un autor polémico, de aquellos que podía ser abucheado en un teatro o insultado por la calle. Su antinacionalismo le hizo ganar muchas antipatías, y el público se sentía a menudo ofendido con sus obras o con sus novelas. L’home de teatre es un ejemplo muy claro, presentándonos a un actor hinchado de ego que critica a diestro y siniestro todo lo que lo rodea. Aquí muchos descubrimos el texto con la versión que hizo Xavier Albertí el […]