Al igual que los protagonistas de las novelas El proceso, de Kafa, o las más modernas El móvil, de Javier Cercas, o Que nadie duerma, de Juan José Millás, el personaje principal de L’imperatiu categòric lleva una vida de lo más normal y anodina hasta que un día se encuentra sobrepasado por la presión del entorno. ¿Un camino hacia la locura? ¿O quizás solo una reacción, entre real y figurada, hacia un presente que oprime? Seguramente todas las respuestas podrían ser válidas, e incluso habría la posibilidad de que todo fuera un proceso mental para escapar de la realidad. El gran acierto de Victoria Szpunberg –y hay muchos de aciertos en su propuesta- es la hábil mezcla entre filosofía y […]