Esta es una reescritura muy particular de Ricardo III, al estilo de las que ya habían hecho Gerard Guix en Ricard de 3er o Carla Torres con los de Parking Shakespeare. Se trata de una versión muy a la argentina, como aquellas que hacía ya hace unos años Daniel Veronese. Aquí todo se reduce a un taller o fábrica (no se sabe demasiado bien) que subsiste como puede a pesar de pasar por un mal momento, y que tiene a unos hermanos como propietarios. Uno de ellos, con visibles malformaciones físicas, querrá vengarse de todo y de todos por los agravios y las humillaciones sufridas durante años. Su mente –deformada también por el sufrimiento- maquinará una serie de tramas retorcidas […]