Del artista Santiago Rusiñol dicen que era un personaje excéntrico y extravertido. También que era muy polifacético: lo mismo pintaba un cuadro como escribía una satírica obra de teatro, o montaba una performance a los trenes de cercanías. La Cubana comparte el espíritu del pintoresco artista modernista de Sitges, cómo ellos, y lo reivindican con un despliegue de savoire faire cubano llamado Gente Bien: El musical. Jordi Milán, director y esencia de la compañía, nos tiene acostumbrados a un cuidadísimo horror vacui de estímulos, situaciones, decorados, personajes y sorpresas, así que puedes imaginar como de bien se lo han pasado retratando a los nuevos ricos, con la exuberancia que los caracteriza. En Gente Bien, la compañía suma la experiencia de […]
Andreu Rami
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