Aunque pensemos que no hemos cambiado mucho con el paso de los años, está claro que no somos las mismas personas con 20 años que con 40, por ejemplo. Los ideales y la percepción de la realidad y la justicia cambian con el tiempo y con las experiencias. A cada persona le afectan unas situaciones concretas y las relaciones que establece, y son estos factores los que hacen que se vaya construyendo la propia identidad. Es por eso, que a veces se mira con nostalgia a la persona que se ha dejado atrás, aquella idealista y llena de fuerza para afrontarlo todo. Emma Riverola presenta en Clavells la historia de tres amigos que se conocieron en el calor de la […]