A veces seguir la tradición familiar, en cuanto a la vocación, comporta conectar en cierta manera con los y las antepasados y seguir teniéndolos cerca, aunque ya no estén. Sus consejos y sus palabras, aquellas que muchas veces no tenían sentido, quizás con el paso de los años van cogiendo cuerpo y entendimiento. Continuar con este contacto después de mucho tiempo y sentir que aún te acompañan es reconfortante y necesario. En La veritat sobre la llum Anna Maria Ricart adapta la novela de Audur Ava Ólafsdóttir que tiene como protagonista a una comadrona que trabaja en el hospital de Reykjavík y ha asistido a casi 2.000 partos. Ha seguido la vocación de su tía, una prima y otras familiares. […]