Paraíso perdido de Helena Tornero, a partir del poema de John Milton, es un homenaje a la belleza de las palabras de Milton desde la mirada contemporánea que es, también, un tributo al oficio de comediante, tantas veces demonizado por la su capacidad de transgresión.
Sinopsis
El poema épico publicado por John Milton en 1667 explica la tragedia de la caída del hombre, pero también narra la caída de Satanás. Reivindicado por los románticos como el héroe verdadero, el Satanás de Milton simboliza el rebelde que se subleva contra la tiranía del cielo. Porque antes de la caída del hombre está la historia del ángel caído. La historia de una rebelión fracasada y sus consecuencias, que condicionarán el destino del hombre y de la mujer. Pero, ¿somos así porque así fue escrito nuestro destino o porque nuestras creencias nos llevaron a escribirlo así? Además de una celebración de la belleza del lenguaje de Milton, este Paraíso perdido quiere constituir, también, un homenaje al oficio del comediante, tantas veces vilipendiado, despreciado y demonizado por su fascinante capacidad de transformación y de transgresión. A los comediantes no se les permitía acercarse a las ciudades, porque se temía que su oficio pudiera contaminar a la gente de buena fe. El miedo al conocimiento tiene raíces muy antiguas. “¿Quizás el saber es pecado?”, dijo la serpiente a la mujer. Y fue la mujer quien eligió el saber en vez de la ignorancia. Pero…
La dramaturga y guionista Helena Tornero explica que con esta puesta en escena querría ofrecer al público la oportunidad de sentirse parte de la representación, viajando al lugar del otro mediante las palabras de Milton y descubrir así qué parte hay en cada uno de nosotros de ángel o de diablo, de hombre y de mujer, de comediante o de espectador.
Dirige la función Andrés Lima, un actor y director teatral renovador, vinculado especialmente con la compañía Animalario, que ha creado montajes para los principales centros de creación españoles (Centro Dramático Nacional, Teatro de la Abadía, Teatro de la Zarzuela…), que ha hecho de actor para directores que van desde Vicente Aranda hasta Icíar Bollaín, entre otros, y que ha obtenido tres veces un premio Max a la mejor dirección. Esta vez, en calidad de director del montaje, tiene bajo sus órdenes a Pere Arquillué y Cristina Plazas, parte de un reparto espectacular para un montaje que promete ser toda una experiencia escénica.