Èdip - Teatro Barcelona

Descripción
Ficha artística
Fotos y vídeos
Opiniones
Artículos

Oriol Broggi dirige este texto sobre la tragedia de Edipo (Èdip) con un reparto encabezado por Julio Manrique y Carles Martínez.

Sinopsis

Edipo reina en Tebas junto con su esposa Yocasta, la viuda de Lai, el rey muerto. Cuando la ciudad está golpeada por numerosos males, el pueblo pide ayuda a su rey y él les promete venganza. Desde Delfos, Creonte lleva una mala noticia: quién mató Lai es el causante de esta tragedia y sólo su castigo puede salvar la ciudad. Cuando el rey de Corinto, Pólibo -el cual Edipo considera su padre- muere, llega la verdad: Edipo es el causante de los problemas de Tebas, porque sin saberlo ha muerto su propio padre, el rey Lai, y Yocasta, con quien se ha casado y con quien ha tenido cuatro hijos, es también su propia madre. Cuando ella se entera de esto se quita la vida y su hijo, ante el cadáver de su madre y esposa, se arranca los ojos desesperado y reclama el castigo que él mismo prometió al culpable, para así salvar Tebas.

Duración:
105 minutos

Idioma:
Catalán

Sinopsis

Ficha artística

Ver ficha entera

Fotos y vídeos

Opiniones del espectáculo 13

Recomendaciones Teatre Barcelona

Espectadores/as

Francesc Esteve i Tomàs
Teatre Barcelona

Veure els clàssics grecs amb nous ulls?

Dia d’estrena i el Romea ple de gom a gom. Sembla que han tornat els clàssics a la cartellera barcelonina i tothom amb ganes de veure a Julio Manrique i la seva nova proposta amb aquest “Èdip”.

La tragèdia grega de Sòfocles aconsegueix atrapar-me des de l’inici, va evolucionant de mica i mica per transmetre tota l’emmoció de l’obra. Amb tot el Romea convertit en un teatre a punt de caure, omplint tant l’escenari com part de la platea et sumergeix de mica en mica. Como no pot ser d’altre forma, el color terra i la sorra a l’escenari marca de la casa omple els nostres sentits.

Un vestuari atemporal, on inicialment tothom va descalç i l’únic amb sabates és Èdip per diferenciar-ho de la resta. Quan Èdip cau en la seva recerca del culpable és quan es delcalça com la resta de poble.

Tota la funció recau en Julio Manrique, que podem celebrar-ho sense cap problema. De la resta Carlos Martínez i Marc Rius totalment encertats .L’únic que no m’ha fet el pes (no com a la resta de públic que ha rigut en la seva aparició ) es el partor creat amb Miquel Gelabert.

A més podeu llegir l'opinió a l'enllaç d'inquietuds.

19/04/2018
Iván F. Mula
Teatre Barcelona

Calculada sobriedad

Si una cosa ha demostrado Oriol Broggi como director durante su trayectoria es inteligencia y buen gusto a la hora de dar forma escénica a la tragedia. En su nueva incursión en el género, esta vez, con un clásico universal como Èdip, parece, sin embargo, que ha abordado el ejercicio desde una intelectualidad que no ha acabado de cuajar en las correspondientes emociones escénicas como otras veces. Adaptada de forma ejemplar por Marc Artigau y el propio Broggi a partir de la versión de Jeroni Rubió, la obra resulta narrativamente redonda y todas las decisiones tomadas son coherentes (como la eliminación del coro) con su apuesta por una calculada sobriedad. Desgraciadamente, esta opción hace que el conjunto sea sugerente pero la atmósfera no traspase más allá de la estética, el ritmo acontece lineal y, a pesar de su fuerza dramática, no llega a conmover. Parece que Broggi ha querido moderar la intensidad, el uso de los efectos y de la música en busca de una pureza que, finalmente, peca por exceso de racionalidad, al mismo que tiempo que logra unas espléndidas interpretaciones, con Julio Manrique al frente. Escuchar a la actriz Clara de Ramon cantar en su último tramo (y todo lo que esto consigue transmitir) es la prueba de que hubieran ayudado a encontrar el equilibrio otros recursos sentimentales como estos de los que, probablemente, ha sido un error prescindir.

16/04/2018
Xavi Pijoan
Teatre Barcelona

Èdip busca Èdip

Èdip experimenta el pas de l'aparença a la manifestació de la realitat en el mateix sentit de la sabiduria dionisíaca que Nietzsche va assenyalar com a l'essència tràgica per a mostrar com l'allò real, latent darrere l'artifici, no és precisament "dolç per a l'home". Broggi planteja la història del Rei de Tebas com una història de des-ocultament, de revelació, del pas de la ignorància al coneixement (l'anagnòrisi aristotèlica), per mostrar-nos Èdip com aquell home que es busca a sí mateix i que s'entossudeix a donar llum a aquella veritat que poc a poc tots entreveuen.

La feina de Manrique és convincent malgrat el to excessivament crispat en les escenes prèvies al reconeixement. A mesura que avança l'obra, els matisos en la interpretació acaben per dibuixar un Èdip que vol saber més i més i que no s'atura. Manrique brilla en el seu diàleg amb Tiresias, un dels diversos moments d'ambivalència de l'obra en el qual el refús sistemàtic de tot el que Tiresias vaticina no amaga l'emmirallament a què s'està sotmetent Èdip sense saber-ho.

L'Èdip d'Oriol Broggi se'ns conta amb un to embadalit i amb una cadència que dificulta, en algun moment, la connexió amb allò que succeeix a l'escenari. Excepte Creont i Èdip, els personatges es mouen encisats pel què els envolta, però l'encís es torna feixuguesa i esdevé un obstacle per a l'espectador.

En qualsevol cas, la tradició llegendària amb què treballa Broggi roman viva, és a dir, influeix en la manera de pensar d'un grup i en els seus costums i, per tant, aquesta tradició és succeptible de transformar-se, de mutar, i és en aquesta direcció que Broggi a partir d'unes idees de Wadji Mouwad proposa una mena d'epíleg que planteja la possibilitat d'obrir el mite, la llegenda edípica a noves lectures i anoves mirades que potser no caldrà que focalitzin en allò d'excepcional en la vida de l'heroi tràgic, sinó en la part menys fatídica de la seva existència.

15/04/2018
Carles Armengol Gili
Teatre Barcelona

Un exceso de intelectualidad

A estas alturas, no se puede negar que Oriol Broggi es un director que sabe crear atmósferas teatrales muy ricas, que sabe manejar muy bien los recursos teatrales y que dirige muy bien a los actores. Además, la tragedia siempre ha formado parte de su repertorio, ya sea desde la vertiente clásica (Antígona) a la más moderna (todas las obras de Mouawad). Es por todo esto que no sabemos qué ha pasado con esta versión de la obra de Sòfocles. Escénicamente reconocemos el estilo del director -y en parte de La Perla 29, la compañía a la que está estrechamente ligado- pero cuesta de entender el porqué de la frialdad y el distanciamiento que se ha querido crear con el tono y el ritmo marcados. El montaje se resiente de un ritmo excesivamente pesado y de un minimalismo formal que no ayuda a la evolución de la tragedia, ni a la transformación de los personajes. Sólo Edipo, interpretado con solvencia por Julio Manrique, cambia forzosamente ante los ojos de los espectadores… pero, ¿qué pasa con Yocasta, Antígona o Creonte? ¿Dónde están la pasión y la rabia? ¿Por qué no nos conmueve lo qué está ocurriendo en escena? Creo que, a juzgar por el texto del programa de mano, se ha querido recurrir a referentes excesivamente intelectuales -Borges, Mouawad o Peter Brook- y poco a la cultura popular, que es de donde sale la tragedia y todos sus magníficos personajes. Una versión, pues, pensada desde el intelecto y no tanto desde el corazón o las entrañas. Válida, sí, pero seguramente no del gusto de todo el mundo.

14/04/2018
Sílvia Moreno Palomar
Teatre Barcelona

El magnetismo de la tragedia

Llevar un clásico literario al teatro siempre es difícil. Encontrar una adaptación que sea precisa y, al mismo tiempo, atractiva para un público diverso es complicado. Oriol Broggi lo intenta ahora con Sófocles y su Edipo, y el reto no es poca cosa.

Como muchos ya sabéis, Edipo es aquel que, bajo un desconocimiento total de sus orígenes, mata a su padre y acaba casado con su madre. En esta adaptación de Jeroni Rubió se describe precisamente eso, el momento en que el protagonista toma consciencia de toda la realidad. Una tragedia griega con todas las letras.

Dando vida a Edipo tenemos a Julio Manrique que acapara toda la obra con su magnetismo, que te deja enganchado en la butaca esperando saber más de la historia. El intérprete consigue una inmersión absoluta en el personaje sin extralimitarse en la intensidad a la cual nos tiene acostumbrados y que, a veces, en ciertos personajes, sobrepasa lo estrictamente necesario. En esta ocasión, consigue equilibrar en la medida justa pasión y mimetización.

Como el protagonista, el resto de intérpretes nos van narrando la historia con mucho cuidado y veracidad. Entre los actores y actrices destaca, especialmente, Marc Rius que, como en obras anteriores, se planta en el escenario con firmeza y demostrando que ningún texto le es extraño o difícil. En un momento concreto de duelo dialéctico entre su personaje, Creonte, y el de Manrique, Edipo, el cara a cara se convierte en una batalla excepcional que no deja indiferente al público.

La puesta en escena es sencilla y sobria, aportando aquello que es estrictamente necesario para la narración del texto.

La única pega que se le podría poner a esta obra es la dificultad de estar captivado por toda ella las casi dos horas que dura. Hay un problema de ritmo, de equilibrio entre las diferentes escenas – posiblemente por el texto excesivamente largo de algunos momentos concretos-, que provocan que, más de una vez, el espectador desconecte de lo que se nos explica. Y esta desconexión provoca que la obra no acabe de ser redonda, aunque tenga todas las cualidades que tiene.

14/04/2018
Josep Maria Ribaudí i Martí
Teatre Barcelona

Massa llarga

Doncs potser sí. La incursió a Èdip a Colonos penso que ha estat un error, ha allargat l'obra sense portar-nos enlloc. Direcció volgudament molt estàtica que ha emfatitzat el text, que és molt bo. L'engrandiment de l'escenari també penso que ha estat un error. ha perjudicat l'audició i no ha aportat res rellevant. En quant a actuacions només ha destacat Èdip-Manrique que és el que ha tingut possibilitat de matissar. El demés, actors de categoria, han estat encotillats en una direcció molt estàtica de Broggi.

Crítica completa » http://bit.ly/2HIp7Sr

14/04/2018
Neus Mònico Fernández
Teatre Barcelona

Una versió d’Èdip més aviat freda

Suposo que tothom ho sap qui era Èdip i la seva història, així que no cal entrar en detalls.

Penso que “Èdip” és una de les millors tragèdies escrites per Sòfocles fa més de 2500anys!!! Imagineu-vos per un instant retrocedir en el temps i llegir un text amb un contingut tan bèstia, i un final tan potent. Brutal!!!

No me la podia perdre !!!

Un incís: Vaig anar el dia de l’estrena.

Sempre hi ha aquella proposta que estàs segur que t’agradarà, que reuneix tot allò que busques en un obra: l’oportunitat de veure una tragèdia grega (que m’encanten) , que està dirigida per un dels directors que més admires (Oriol Broggi), que gran part de la interpretació són actors als que admiro molt (Julio Manrique, Miquel Gelabert i Carles Martínez), etc...

Malauradament en aquesta ocasió la decepció ha estat majúscula, tret de la interpretació de Julio Manrique, la resta no ha estat a l’alçada per tirar endavant una proposta que ho tenia tot per ser un dels imprescindibles de la temporada.

Per començar, calia una posada en escena amb tanta profunditat?

Perquè un dels actors apareix amb una ampolla d’aigua mineral a escena?

Perquè en Carles Martínez parlava tan fluixet i de manera tan pausada?

Perquè en Miquel Gelabert semblava un dels personatges de "Els Pastorets" de Folch i Torres?

I el públic rient?, en una de les tragèdies més bèsties que s’han escrit !!!

I aquell número final... ,cantant amb la guitarra, tipus cançó kumbaià a la vora del foc?

Calia que Wajdi Moawad treies el nas per Tebas ?

Bé, com podreu veure, no vaig sortir gens convençuda d’aquest Èdip. La veritat és que l’obra se’m va fer eterna. No sé les vegades que vaig mirar el rellotge. Només pensava...ha veure quan s’arrenca els ulls !!!

Vaig aplaudir molt, moltíssim, però no us enganyeu, vaig aplaudir perquè per fi s’havia acabat.

Em sap molt de greu haver d’escriure una recomanació tan negativa, d’una de les millors i més grans tragèdies que s’han escrit, però és el que vaig sentir. Estic segura que la meva recomanació no agradarà a molta gent, ho sento, però és el que en penso.

09/05/2018
Miquel Gascon Baz
Teatre Barcelona

Una posada en escena molt estàtica, massa

Dimarts passat finalment vam poder veure aquesta proposta d'Èdip al Teatre Romea, proposta de la qual esperàvem molt pel que vam escoltar a la roda de premsa i pels comentaris llegits en les xarxes.

I ens ha tornat a passar, hem sortit del teatre decebuts i amb la sensació de buidor que dóna no complir expectatives. També hem de dir que en aquest cas, hem tingut discrepàncies entre nosaltres dos, perquè a l'Imma no li ha desagradat del tot, en canvi a en Miquel l'ha arribat a avorrir.

ÈDIP agafa el text de Sòfocles, "Èdip, rei" com a base, versionat per Jeroni Rubió Rodon i inclou fragments d'altres obres de Sòfocles, algun petit fragment de Wadji Moawad i de Borges.

Una proposta amb dramatúrgia de Marc Artigau i la direcció d’Oriol Broggi.

La proposta no arriba a commoure potser pel fet que avança amb molta lentitud i a unes interpretacions fredes i distants.

La posada en escena és molt estàtica, massa, ... amb els actors que sovint escolten immòbils les paraules que pronuncia Èdip, la foscor, un vestuari intemporal i sense color, i la manca de música (tret del moment inicial i la magnífica cloenda amb Clara de Ramon), provoquen en el públic un relaxament que a estones pot portar a l'avorriment.

Únicament el personatge d'Èdip, interpretat per Julio Manrique mostra emocions i moments de fúria o desesperació, la resta dels personatges mantenen la seva fredor i hieratisme.

Interessant i destacable el duel entre Creont, Marc Rius i el mateix Èdip.

La resta de la companyia formada per Clara de Ramon, Mercè Pons, Carles Martínez, Miquel Gelabert i Ramon Vila interpreten correctament els seus papers, malgrat que hem de dir també que, en el cas de Carles Martínez no va estar capaç de projectar la veu fins al fons de la sala del Teatre Romea, ja que nosaltres a la fila 13, teníem que fer esforços per entendre el que deia.

Una proposta que s’ha de veure, però que a nosaltres ens ha decebut força.

Si voleu veure la ressenya original, només heu de clicar en aquest ENLLAÇ

22/04/2018
Gema Moraleda
Teatre Barcelona

Tragedia sin catarsis

Oriol Broggi firma la nueva puesta en escena de uno de los clásicos de la Grecia clásica, Èdip. Su propuesta incluye un par de añadidos de texto, una entradilla de Borges y una especie de epílogo de Mouawad, que, desgraciadamente, solo contribuyen a reiterar las ideas que el texto original ya transmite por sí mismo.

Por otra parte el exceso de estatismo de los actores en escena y el ritmo desconcertantemente lento de los parlamentos hace que cueste demasiado conectar con la tragedia que tiene lugar sobre el escenario y nos sitúa en una posición demasiado intelectual como espectadores.

Julio Manrique hace lo que todo el mundo espera de él como protagonista, pero hay un par de actores que no hay que perder de vista: Marc Rius y Clara de Ramon.

Más información en Somnis de teatre

17/04/2018
Marta Turu Pedrola

Els grans clàssics costen molt d’adjectivar; bé per la seva intemporalitat, bé perquè sempre són una font de coneixement i inspiració. És per això que en moltes ocasions, adaptar-los és un salt al buit, jugar-s’ho tot sense mesura; amb molt a perdre, però tal i com demostren en Broggi i en Jeroni Rubió amb la seva versió d’Èdip, amb molt a vèncer.
Majestuós Manrique, que borda el paper amb una eloqüència commovedora, pilar inesgotable de la representació. Tot i això, val a dir que l’elenc al complet resulta magnífic (no puc evitar destacar un Marc Rius amb unes interpel·lacions breus però molt punyents, en un gran Creont). Escenografia ben treballada, que evoca però no distreu, i vestuari i jocs de llums subtils i suaus, que en un conjunt, eleven el poder de l’obra en els seus intensos diàlegs. Diàlegs que, malgrat la seva potència –contínuament al llindar del màxim- eviten la sobrecàrrega en el públic i aconsegueixen que en tot moment se segueixi l’obra sense problemes.
I més enllà de tot això, els sentiments que desperten exponencialment a la platea, on les pràcticament dues hores de funció et traslladen molt enllà, en el temps i en l’espai, fins i tot en la memòria. Superba feina!

02/05/2018
Hèctor Fibla Ferrà

La dupla Manrique-Broggi continua deixant-nos grans obres com aquesta clàssica tragèdia griega.

16/04/2018
JOSE GABRIEL DEL VIEJO

Si os gustan ls tragedias griegas no podéis dejar de ir a ver Èdip al Romea.
Oriol Broggi nos trae la historia del rey Edipo cuyo destino cruel os hará retorcer en vuestras butacas (y si no lo hace la historia las butacas durísimas del mismo teatro lo harán, jajajaja).
Julio Manrique interpreta magistralmente y con mucho sentido el papel protagonista. Prácticamente se lleva todos los aplausos (aunque alguien tendría que decirle al Manrique que el babear y solatar mocos a tutiplén no es sinónimo de una interpretación entregada. Un poco vale… pero es que resultaba incluso desagradable. Ha sido solo en mi representación o siempre es así?
Personalmente me ha encantado la interpretación de Miquel Gelabert en su doble papel de Tirèsies y de pastor (estupendo en ambos).
Iluminación maravillosa y una escenografía inclinada que sorprende. Al igual que la red que corona el techo y los andamios que sujetan la presunta ruinez del recinto.

11/04/2018
Josep OS

Avui al Romea he assistit a la primera representació d’aquesta tragèdia grega de Sòfocles amb versió de Jeroni Rubió i magníficament dirigida per Oriol Broggi que ha aconseguit fer arribar a l’espectador la complicada història d’Èdip de forma senzilla i comprensible sense que perdis l’emoció i et commogui. El Romea l’han convertit en teatre que cau a trossos amb bastides metàl·liques que el suporten i fins i tot una xarxa que protegeix el sostre i l’escenografia, austera amb domini dels tons marró i amb l’escenari inclinat, té una cosa màgica que t´ envolta de tal manera que et fa sentir bé molt bé. Encertadíssim així mateix el vestuari atemporal on els grisos predominen. Llargs diàlegs amb molt de text però que Broggi no s’ha limitat al que va escriure Sòfocles sinó que ha afegit i combinat amb retalls de Jorge Luis Borges, Wajdi Mouawad i fins i tot altres obres de Sòfocles donant com a resultat uns textos d’un llenguatge i una bellesa indescriptible. Pel que fa a la interpretació com és lògic tot el pes recau sobre Julio Manrique i el treball només ho puc valorar amb una paraula, magistral. La resta de repartiment bé encara que destacaria a Carlos Martínez (Sacerdot) i Marc Rius (Creont). Estem davant d’un nou èxit d’aquesta temporada i no cal que digui que és un imprescindible.

05/04/2018

Deja tu opinión

Oriol Broggi: «Els grecs són fundacionals de la nostra manera de ser avui i l’Èdip n’és la clau»

Redactor: Oriol Puig / @ori_uri Les paraules que Sòfocles va posar en boca d’Èdip congelen el cor, sobretot si tenim en compte les circumstàncies d’un destí burleta. Èdip arrenca com un […]

20 abril 2018

Julio Manrique protagonitza ‘Èdip’ sota la direcció d’Oriol Broggi

L’actor Julio Manrique és el protagonista d’Èdip, espectacle basat en la popular tragèdia de Sòfocles que dirigeix Oriol Broggi. La proposta és una versió de Jeroni Rubió i Rodon amb […]

3 abril 2018