Peter Quilter escribió esta pieza en 2005 y desde entonces ha sido representada en más de 30 países con una audiencia aproximada de 2 millones de espectadores. Lo emocionante de esta historia es que está basada tristemente en hechos reales. Cantar fue el sueño de una multimillonaria que vivía en una suite de un hotel en Manhattan. Pese a sus nulas capacidades para cantar, Florence Foster Jenkins, llegó a cantar en el Carnegie Hall. La fuerza del poder, el dinero, su tesón y el poco sentido del ridículo consiguieron un concierto memorable (para olvidar). No creo que sea una comedia. Es una historia triste, la tristeza que muestra cómo el dinero la rodeó de una corte de aduladores que hacían […]