Del 27 de mayo al 3 de junio llega al Gran Teatre del Liceu, el esperado espectáculo de flamenco contemporáneo De Scheherazade a Yo, Carmen que tuvo que posponerse debido a la pandemia. María Pagés, Premio Princesa de Asturias de las Artes 2022, y El Arbi El Harti hacen una revisión de la obra coreográfica Yo, Carmen y crean expresamente para el Liceu un espectáculo que busca profundizar en la realidad poliédrica de la cotidianidad de las mujeres . Una reflexión coreográfica que busca la descodificación de los estereotipos creados, poniendo sobre el escenario a una mujer libre y sin miedos ni convencionalismos.
Los voluptuosos personajes de Scheherezade y Carmen sirven de base para deshacer los estereotipos mantenidos a lo largo de los siglos para silenciar la esencia de las mujeres. En esta reflexión coreográfica, según María Pagés y El Arbi El Harti, “se busca confrontar el mito con la realidad, desnudarlo de sus artificios y poner sobre el escenario a una mujer más real. Más intrahistórica”. También explora el deseo como responsabilidad ética, reivindicando la vida, el placer, la autonomía, la libertad y la felicidad como derechos fundamentales de cualquier ser humano.
Con el título De Scheherazade a Yo, Carmen se aspira a trascender los mitos ya identificarse con la Carmen de Burlesque donde Carmen de Chaplin y su mirada tierna y humanista. Desde el punto de vista de la dramaturgia, María Pagés y El Arbi El Harti explican una aventura genuinamente femenina en diez cuadros, en los que la mujer abre su emoción e inteligencia, como si se tratara de un abanico. En una narración potente, a través de solos y coreografías corales perfectamente tejidas e interpretadas por 11 bailaroas, éstas expresan su conocimiento y sus contradicciones, sus amores y desamores, la fuerza y la fragilidad, la inseguridad y las insatisfacciones, la soledad , la sensualidad, la igualdad aún no alcanzada, la maternidad. La voz femenina reflexiona sobre la rebeldía frente al maltrato femenino, las dependencias como consecuencia de un sometimiento ancestral respecto a los cánones sociales, las tradiciones, las religiones o las nuevas creencias, como la moda, la publicidad o la libertad misma.
La coreografía y la música: los puntales del espectáculo
Las coreografías recogen el movimiento físico y emocional de mujeres plurales, con una singularidad fuerte, que simbolizan la diversidad del género que representan, más allá de las diferencias, tanto físicas con éticas, religiosas, culturales o estéticas. Mujeres que bailan al ritmo de un principio de armonía, medida y simetría, que después rompen y recomponen, recogiendo así a través de sus cuerpos y movimientos, el cuerpo y el movimiento de la vida.
La música de De Scheherazade a Yo, Carmen recorre el diálogo entre la música clásica, popular y flamenca, interpretada por un cuarteto de cuerda y percusión, acompañado por dos voces flamencas.
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