Les Antonietes
Maria Ibars y Annabel Castan formaron Les Antonietes en 2007 para levantar el espectáculo El agua, basado en textos de Jesús Moncada. En 2008, colaboraron con el director Oriol Tarrasón para montar un espectáculo poético a partir de textos de Mercè Rodoreda. Desde ese momento, Oriol Tarrasón se convirtió en el director habitual y la compañía encontró el formato con el que ha hecho fortuna: las versiones de textos clásicos del teatro universal.
La primera producción de sala siguiendo esta nueva premisa fue El mal de la juventud, de Ferdinand Brückner, sumando a Annabel Castan algunos de los actores estables de la compañía, como Mireia Illamola, Pep Ambrós o Bernat Quintana. El espectáculo se estrenó en la Sala Muntaner, donde también estrenaron la versión de Mucho ruido por nada. A partir de ahí, la compañía dio el salto a la sala pequeña del Teatre Lliure, donde exhibieron versiones de Ibsen, Txèhov y el espectáculo Sueño americano, en coproducción con la Kompanyia Lliure y con Arnau Puig en la lista de intérpretes fijos.
A partir del 2016, Les Antonietes empezó a alternar el montaje de clásicos con el de textos de nueva creación de Oriol Tarrasón, como Mambo o Un día cualquiera. Las Antonietes fue finalista en el premio Quim Masó con el proyecto El amor (no es para mí, dijo Medea) de Queralt Riera, y su versión con tres intérpretes de Othelo recibió dos nominaciones a los premios Butaca así como un galardón en los premios de teatro BBVA.
Las versiones de los textos clásicos de Les Antonietes han sido muy bien recibidas tanto por la crítica como por el público; no en vano, es una de las compañías de teatro independiente que ha realizado más giras por territorio catalán. Sus aproximaciones a los clásicos han sido celebradas por su frescura y sus puestas en escena desnudas, limpias y sin efectismos, bebiendo de la tradición del teatro de texto argentino que desembarcó en Barcelona con montajes de Claudio Tolcachir o Daniel Veronese. El trabajo coral de los intérpretes, habitualmente siempre presente en escena durante todo el espectáculo, es uno de los aspectos más destacables de la compañía. Su versatilidad de registros les ha permitido encarar tanto comedias como tragedias, y el buen trabajo en la dirección de actores ha despegado trayectorias de muchos de ellos fuera de la compañía.