L’Onada - Teatro Barcelona

Descripción
Ficha artística
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Opiniones

Sinopsis

Vuelve uno de los éxitos de la pasada temporada, la historia del experimento que va llevó a cabo el joven y carismático profesor Ron Jones en California, en los años sesenta. La Guerra del Vietnam, la música rock y las marchas antiracistas del Dr. Luther King están en todas las conversaciones. Ron Jones es profesor de instituto e intenta enseñar a sus alumnos de historia cómo se pudo forjar la sociedad que dio pie, en la Alemania de los años 30 y 40, al Nazismo y los campos de concentración y exterminio. Para hacerlo pone en marcha un experimento: durante varias semanas sus alumnos deberán seguir normas estrictas que les permitiran experimentar, desde dentro y en primera persona, lo fácil que és convertirse en parte de un aparato totalitario. Ellos aceptan, primero a regañadientes y luego con un entusiasmo progresivo, hasta el punto que el pequeño experimento corre el riesgo de escapársele a Jones de las manos…

Duración:
80 minutos

Idioma:
Catalán

Sinopsis

Ficha artística

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Opiniones del espectáculo 6

Recomendaciones Teatre Barcelona

Espectadores/as

Gema Moraleda
Teatre Barcelona

Una buena historia

El secreto del éxito sobre un escenario consiste en tener una buena historia. Com eso ya tienes la mitad del trabajo hecho. Y el experimento que Ron Jones hizo el año 1967 es una historia magnífica: la demostración empírica, en el aula de un instituto, de cómo la filosofía y las ideas nazis calaron en la sociedad alemana pre Segunda Guerra Mundial. L’onada es una buena historia pero, además, es un gran montaje. Con un reparto entregado que realiza una evolución complicada ante nuestros ojos (de jóvenes felices y despreocupados a adeptos a un régimen autoritario), una dirección ágil y bien medida y una escenografía muy funcional, las más de dos horas que dura el espectáculo pasan en un abrir y cerrar de ojos.

Una de las joyas de la temporada pasada que el Teatre Lliure ha tenido el detalle de recuperar para aquellos que (como yo) se la habían perdido.

Más información (en catalán)

06/04/2014
Iván F. Mula
Teatre Barcelona

Reflexión sobre el autoritarismo

La tercera oleada fue un experimento real que llevó a cabo el profesor de historia Ron Jones en un instituto de secundaria de California en 1967. El objetivo era demostrar que las sociedades libres y abiertas también son susceptibles de caer en la tentación de movimientos autoritarios y dictatoriales. A diferencia de las adaptaciones literarias y cinematográficas que se han hecho anteriormente, Ignacio García May y Marc Montserrat Drukker, autor y director del espectáculo respectivamente, han decidido mostrar los hechos de la manera más fiel posible, sin necesidad de lograr ningún clímax trágico ni derivar la trama hacia el thriller, conscientes de que la realidad en sí ya es basta terrorífica. Apoyados sobre un magnífico plantel de jóvenes actores y actrices, la obra está excelentemente dirigida, tiene un buen ritmo y una gran precisión coreográfica y narrativa. Además, los personajes están perfectamente definidos en cuanto a sus roles dentro de la clase con la ayuda de un vestuario que recrea perfectamente la época. No obstante, la interpretación de Eduard Farelo, firme y muy técnica, es, por instantes, un poco excesiva, en contraste con el desparpajo y espontaneidad de los alumnos y, por lo tanto, la relación con ellos no siempre es creíble. En cualquier caso, la propuesta es dinámica, emocionante y contiene muchos elementos que dan pie a una reflexión posterior. Por este motivo, sería interesante que todos los institutos llevaran sus estudiantes a ver La onada, puesto que, probablemente, los hará pensar mucho más que algunos de los clásicos a los que a menudo los llevan.

29/03/2014
Josep Maria Ribaudí i Martí
Teatre Barcelona

Buena, y además hace reflexionar

Yo vi L’onada cuando la estrenaron en el Teatre Lliure ahora hará más o menos un año. Es una pieza inquietante porque nos habla de un experimento real, el que hizo un profesor de historia en un instituto de California en el 67. Es de este tipo de teatro que hace pensar y da toques de alerta ante según qué tics de autoritarismo y pensamiento único que algunos —y no señalo a nadie, la Madre de Dios del Empujón me guarde— intentan inculcar. Desde el punto de vista artístico la obra está muy bien llevada por Marc Montserrat, creador y director, con un Eduard Farelo que tensa con mucho acierto del resto de actores jóvenes en sus papeles de estudiantes. Espero que en este regreso esté al mismo nivel o más. No os la perdáis.

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14/03/2014
Rakso senogara

Una proposta molt atractiva per la seva temàtica i molt ben interpretada i dirigida.
L’Eduard Farelo està molt còmode en el seu paper de professor i els joves intèrprets que l’acompanyen també.
Un tema per reflexionar i una posada en escena clara i directa, sense artificis.
Del tot recomanable per passar una bona estona de teatre i de reflexió posterior.

06/04/2014
Mr. Buyère

Un muntatge original, magistral i molt net. Un bon ritme, un text alentador, un Eduard Farelo perfecte i amb els alumnes correctes, destacaria al Martí Salvat per sobre dels altres.

24/03/2014
Llorenç Prats Canals

Abans que res cal felicitar cal felicitar els autors, director, actos i actrius i al Teatre Lliure per l’encert de reprogramarla. Ara que abunda tanta comedieta, monòleg i reflexió posmoderna (signes dels temps i de la crisi), veure teatre polític amb tots els ets i uts, amb una voluntat didàctica digna de Brecht és com una onada d’aire fresc.
El text és desiquilibrat, com que la primera part se’ls allarga molt (1h i 20, pero que passen com un volado), a la segona part (45 minuts) han de liquidar l’experiment de pressa corrents, i aquella filigrana de la primera es torna un xic massa barroera i precipitada. La síntesi és una virtut, però només a l’abast dels grans mestres (com Kenneth Brown a La Presó), i sinó val més avisar i agafar el temps que calgui (com al Cas Oppenheimer, posem per cas), per esmentar dos cims del teatre polític.
Però vaja, que això no vagi en detriment d’un muntatge àgil i fresc, d’una interpretació de l’Eduardo Farel·lo de solvència contrastada i d’una espontaneïtat i professionalitat per part de l’estol de joves actrius i actors que m’ha deixat bocabadat, sobretot comparant-ho amb el relatiu fiasco dels no tan joves del Caballero de Olmedo. El repte no era el mateix., és clar, però aquest ha estat resolt amb escreix. Vull veure més teatre com aquest o Translations, el nostre temps ho necessita.

23/03/2014

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