Sinopsis
El autor más destacado de la dramaturgia israelí llega a los escenarios barceloneses con la historia tragicómica de un hombre que no ha hecho nada en la vida y que regresa a un lugar donde no ha pasado nada desde que se fue.
Krum (un nombre que en lengua hebrea significa ‘costra’) regresa a su casa tras un largo viaje. En la maleta no lleva ningún regalo, sólo algo de ropa sucia, pero su vida no parece mucho más plena: no se ha hecho rico, no ha encontrado el amor y, por supuesto, tampoco ha triunfado. Pero, una vez en casa, descubrirá que allí no ha cambiado nada: el suyo es un mundo paralizado y apático que no ha avanzado y donde nadie ha desarrollado proyecto alguno. Nacimientos, bodas y funerales son los únicos sucesos destacables, unos hechos a los que Krum asiste como espectador pasivo, como si estuviera en un teatro en el que se escenifican sus miedos y fantasías. Con un humor hiriente y una ironía a veces sangrienta, Levin retrata un mundo que quizás es el mismo que todos habitamos, un microcosmos que nos habla de aspectos diversos de la condición humana.