Jerusalem

Descripción
Ficha artística
Fotos y vídeos
Opiniones
Artículos

Jerusalem protagonizado por Pere Arquillué y dirigido por Julio Manrique es un montaje transgresor que dejó fascinado al público británico, un texto extremadamente original y singular que parte de las esencias de la vieja Inglaterra para reflexionar sobre el fin de las utopías.
El montaje se inspira en Jerusalén, un himno compuesto por Sir Hubert Parry sobre unos versos de William Blake en 1916. Extremadamente popular en el país, el tema ha sido propuesto incluso como himno nacional inglés.
Es también el retrato de una Gran Bretaña que pierde el contacto con las raíces, la estampa de un mundo rural esclavo de sus propios mitos que, al hacer patentes sus realidades más sombrías, pulveriza las visiones idealizadas de la vieja Albión.
Una producción del Grec 2019 Festival de Barcelona, Centro Dramático Nacional y el Teatre Romea.

Sinopsis

Decadente, abandonado, patético, pero también valiente y divertido … Así es el antihéroe que protagoniza esta pieza, tan aplaudida en el West End como en Broadway. Es el día de San Jorge, patrón de Inglaterra, y en una localidad rural que ese día acoge la feria del condado, Johnny “el Gallo” Byron sale del remolque donde vive. Las autoridades lo quieren desahuciar para poder construir en el solar que ocupa y un pincho le quiere dar una paliza … Es el hombre más odiado del pueblo? Tal vez, pero también es el más querido: los amigos quieren que salga con ellos de fiesta y su hijo lo reclama para que pasen juntos el día visitando la feria … Es una especie de Falstaff de nuestro tiempo, un personaje moderno pero que al • alude constantemente a una Inglaterra medieval idealizada mientras bebe, consume drogas o elude las autoridades que le persiguen …

Duración:
180 minutos

Idioma:
Catalán

Sinopsis

Ficha artística

Ver ficha entera

Fotos y vídeos

Opiniones del espectáculo 15

Recomendaciones Teatre Barcelona

Espectadores/as

Sílvia Moreno Palomar
Teatre Barcelona

Despliegue de talento

Nada más comenzar ya nos queda claro que esta producción tiene el sello indiscutible de Julio Manrique que, una vez más, funde el mundo teatral con la narrativa cinematográfica. Una escenografía potente, llena de vida y colores, con un diseño de luces estudiado al milímetro hace que empiece la magia: la caravana que preside el centro del escenario se convierte en el lienzo de las proyecciones visuales y lumínicas que dan la bienvenida a esta historia de Jez Butterworth. Y con estas proyecciones, letras introductorias de la aventura que empieza, otro elemento indiscutible de Manrique: el proyecto musical y sonoro que envuelve el espectáculo. Que el inicio sea la voz de Elena Tarrats, a capela con una pequeña ayuda musical, ya pone la piel de gallina y avanza que viviremos tres horas de auténtico arte teatral.

El texto, crudo, abruma y engancha al espectador en la butaca que queda inducido por cada personaje que aparece en escena. Tanto el papel protagonista, inconmensurable Pere Arquillué, como los secundarios o residuales tienen un significado y un objetivo en la historia, haciéndolos imprescindibles a ellos y a cada una de sus palabras.

Arquillué da vida a un hombre desgastado por la vida, por sus vivencias y miserias, un reflejo claro de la sociedad en la que vive y que también queda reflejada por los jóvenes que lo acompañan en sus desvaríos, en sus excesos y aventuras, en sus reflexiones vitales. Una juventud perdida, que ya crece sin ambición por mejorar en la vida, con resignación para aquello que le ha tocado vivir, sin ganas de luchar o de hacer alguna cosa para cambiar su día a día. Y quien piensa o cree que lo puede hacer, hace el paso, pero no está seguro que sea este su camino cuando, de repente, se siente solo y desamparado dejando atrás lo que conoce de toda la vida.

Decadencia y esperanzas perdidas, se unen a la violencia y la supervivencia de personas que, a pesar de estar solas, encuentran un sitio donde poder ser ellos mismos en comunidad. El propio protagonista expone el hecho de que los jóvenes lleguen a él porque no tienen otro sitio donde se sientan a gusto y cómodos.

Es un lujo ver cómo trabaja todo el reparto, el trabajo y meticulosidad que hay detrás de cada personaje por parte de los intérpretes se nota incluso en los pequeños gestos que se reparten entre ellos en los momentos que el foco está en otros personajes de la ficción.

Arquillué es un animal escénico, cuando pensaba que ya no podía sorprenderme va y se deja el alma (¡y el cuerpo!) para dar vida a Johnny Byron “El gall”. El desgaste emocional y físico que debe suponer este personaje solo lo sabe él, pero sí sé que el público agradece cada lágrima y cada esfuerzo que comparte con los atónitos que no lo dejan de mirar desde la butaca.

De la puesta en escena, música y luces solo se pueden decir cosas positivas, como siempre, Manrique pone cada cosa en su sitio. Todo es útil, todo ayuda a dar fuerza al texto y la narrativa, a que los personajes sean más verosímiles, más próximos y más humanos.

Jerusalem es toda una experiencia. Se tiene que ver y vivir. Todo un despliegue de talento.

04/12/2019
Carles Armengol Gili
Teatre Barcelona

Un Falstaff antisistema

Jerusalem, a pesar de ser un texto del 2008, es una de las grandes piezas del teatro inglés más reciente. Un auténtico golpe en la mesa que tenía que llegar a Barcelona con una producción que estuviera a la altura, y creo que en este caso la tarea de Julio Manrique y de todo su equipo ha cumplido sobradamente el objetivo. Pero vamos por partes… Jerusalem es un texto que nos habla de un personaje central que vive al margen de la ley y de las normas, y de todo un séquito de criaturas que, por motivos diversos, lo siguen en su aventura antisocial. Y todo esto en un bosque de Inglaterra, rodeado de toda la mítica, la leyenda y la literatura que atesoran los bosques ingleses. No falta un tono poético, una parte de drama doméstico o la profundidad de los personajes épicos, pero en general Jerusalem se presenta en clave de comedia y bajo una estética punk y antisistema… también muy británica.

El personaje principal, Johnny Byron «el gallo», es una extraña criatura que parece estar emparentada con el Falstaff shakespiriano y otros bufones de su inmensa obra. Un personaje tan grande, y con tantos matices, necesitaba un actor en uno de los momentos dulces de su carrera, y el hecho de haber elegido a Pere Arquillué ha estado todo un acierto. La creación que hace es extraordinaria, siempre con un pie en la locura (dígase fiesta, desmadre, orgía o lo que haga falta) y otro en la realidad que quiere disfrazar. También ayuda que alrededor tenga actores jóvenes muy prometedores, como Adrian Grösser o Guillem Balart, y veteranos de aquellos que pueden robarte la escena en cualquier momento, como son Víctor Pi i Albert Ribalta. El reparto, por lo tanto, es todo un acierto, y la dirección de Manrique, de aquellas que perduran en el tiempo y que ayudan a crear un éxito inmediato.

Es cierto que el decorado, que ya se pudo ver en todo su esplendor en el Teatre Grec, ha quedado excesivamente apretado en el escenario del Romea. A pesar de la ampliación que se ha hecho, da la sensación de que necesita respirar… pero, ¿qué le vamos a hacer? A veces hay aspectos muy difíciles de resolver. Lo que sí podemos asegurar es que es un espectáculo que acaparará elogios y premios en la presente temporada, ya sea por la calidad y osadía del texto como por la magnífica resolución que se le ha dado.

22/11/2019
Neus Mònico Fernández
Teatre Barcelona

Un cant a la llibertat

Tret de la companyia Scla’ka Teatre, primers en traduir i representar l’obra “Jerusalem” de Jez Butterworth en català l’any 2015,mai ningú fins ara havia portat aquest magnífic text dalt d’un escenari. Tot i que es tractava de teatre amateur, la companyia Scla’ka Teatre va rebre nombrosos elogis per part de la premsa i d’alguns actors de renom com Josep Maria Pou i Oriol Genís.

Ara és Julio Manrique qui porta, dins el Festival Grec, una nova versió de “Jerusalem” . Es tracta d’una versió traduïda al català per Cristina Genebat, en el que el principal protagonista l’interpreta l’actor Pere Arquillué.

Aquest és el primer muntatge que Julio Manrique dirigeix a l’amfiteatre del Teatre Grec, tot un repte, si més no important, per la dificultat que comporta muntar una obra d’aquestes característiques en un espai tan singular. Una feina tècnicament complicada sobre tot pels tècnics de llum i so, que han hagut de treballar a contra rellotge i sense quasi temps de fer les proves necessàries prèvies perquè comprovar que tot surti a la perfecció. En aquest cas, per les característiques del muntatge, el resultat podia haver estat, o un èxit rotund o un fracàs absolut. Jo penso que ha sigut un èxit rotund.

Per mi ha estat un espectacle rodó!!! Rodó en tots sentits: text, posada en escena, direcció, interpretació, il·luminació i so.

-El text és brutal, contemporani però amb la profunditat dels grans clàssics. Se l’ha classificat de comèdia shakespeariana moderna. Els diàlegs estan carregats d’un humor àcid, i està ple d’expressions sorprenents plenes de violència i generositat.

-El muntatge està inspirat en la lletra de la cançó Jerusalem de Sir Hubert Perry a partir d’uns versos del poeta William Blake

-Extraordinària escenografia d’Alejandro Andújar. La posada en escena és potent, extraordinària, plena de simbologia. Ambientada en l’Anglaterra rural, a l’aire lliure en mig d’un bosc.

-Julio Manrique debuta com a director en el Teatre Grec i ho aconsegueix amb nota. A part de fer una bona tria d’actors, aconsegueix extreure’n de cada un d’ells tot el seu potencial. Manrique té la capacitat de fer creïble als personatges i l’entorn en el que es mouen.

-Em reafirmo en dir que Pere Arquillué és un dels millors actors que tenim a casa nostra. És un actor que treballa a fons cada un dels personatge que ha d’interpretar. S’entrega i se’l fa seu. No hi ha personatge que se li resisteixi. A “Jerusalem” és en Johnny Byron, el protagonista de l’obra, però tothom el coneix per “El Gall”. És un personatge amb moltes cares. Per un costat és un home molest, irritant, decadent, irreverent, fins hi tot cabró, però també és divertit, imaginatiu, generós, humà, carismàtic i bona persona . És una ànima lliure. És l’antiheroi de la societat. Ell representa tot allò contrari del que seria políticament correcte. És un home odiat per uns i estimat per altres. És l’ànima de la festa. És l’heroi dels marginats.

-Completen el repartiment Elena Tarrats, Chantal Aimé, David Olivares, Marc Rodríguez, Víctor Pi, Guillem Balart, Adrian Grösser, Anna Castells, Clara de Ramon, Albert Ribalta, Jan Gavilan i Max Sampietro. Tots ells interpreten a personatges complexes, marginals, persones carregades de problemes i d’esperit lliure. Adolescents solitaris, vagabunds, dements, joves descarrilats,..., les “rates” de la societat.

Entre ells m’agradaria destacar la magnífica feina que fa Marc Martínez en el paper de Ginger, Víctor Pi en el paper de professor senil, i a l’Albert Ribalta pel seu moment passat de voltes.

També sobresurt amb llum pròpia l’Elena Tarrats interpretant amb una veu magnífica l’himne popular Jerusalem que és el que dona títol i punt de partida a l’obra.

-Com sé que no és gens fàcil portar a terme tot la part tècnica pel que fa a la il·luminació i el so en aquest espai tan complexa, i que són part fonamental en aquest muntatge, des d’aquí m’agradaria felicitar a Damien Bazin (so) i Jaume Ventura (il.luminació).

“Jerusalem” és una obra irreverent , desfasada, plena moments intensos i emocionals. Una obra salvatge i divertida.

“Jerusalem” és un cant a la llibertat, un conte punk, una festa.

“Jerusalem” és una crítica a la societat; a aquella societat hipòcrita i egoista.

Aneu a veure-la !!!

27 i 28 de setembre al Teatre Monumental de Mataró

Del 14 de novembre al 6 de gener la podeu anar a veure al Teatre Romea

21/07/2019
Miquel Gascon Baz
Teatre Barcelona

Sortim absolutament FASCINATS !!!

Una obra fonamental dels últims quinze anys del teatre europeu, escrita per Jez Butterworth (1969), dramaturg i director de cinema britànic. Estrenada el 2009 al West End de Londres, va ser conceptuada pels crítics britànics com "el fenomen teatral de la dècada". Les obres de Jez Butterwoth es fan ressò d'històries fascinants protagonitzades per éssers excèntrics que transmeten l'eco d'ansietats socials generalitzades.

En paraules del seu director JERUSALEM és una obra enorme. Abassegadora. Salvatge. Divertida. Insurrecte. Rebel. Com un gegant. Com un exèrcit de gegants. Com una nit de festa memorable. I al mateix temps és una obra amb ànima, amb molta ànima.

Tota l'acció té lloc a la clariana d'un bosc, el bosc frondós, exuberant i màgic d'Anglaterra. El bosc del "Gall", de Johny Byron "El Gall" l'antiheroi protagonista de la història.

El muntatge s'inspira en la lletra de la cançó Jerusalem, un himne no oficial, compost per Sir Hubert Parry el 1916, a partir d'uns versos de William Blake recollits en el prefaci del poema Milton (1804) dedicat a John Milton.

Pere Arquillué ens ha regalat una interpretació de les que difícilment ens oblidarem, un personatge d'una complexitat enorme que és desvergonyit i al mateix temps és inspirador d'una gran tendresa. Un personatge solitari rodejat de gent. Un personatge al qual ningú estima però al que tots busquen. “No saps si és un fracassat o està tocat pels déus. S’acosta als pobres d’esperit, perquè és amb ells que se sent còmode”.

Només Ginger, paper interpretat magníficament per en Marc Rodriguez, mostra un veritable afecte cap a ell (com va dir a la roda de premsa, ell és el seu Sancho Panza particular). Ell és l’adolescent etern.

Destaquem també molt especialment les interpretacions de Víctor Pi, el professor filòsof que, en un acte de bogeria i espiritualitat, acaba despullat copulant amb la terra i d'Albert Ribalta, l'amic de la infància propietari d'un pub que ha de ballar una dansa tradicional a la festa del poble. Ells pretenen ser el contrapunt seriós a l'aparent bogeria d'en Byron.

David Olivares i Chantal Aimée són els altres dos adults de la història que interpreten, cadascú dos personatges totalment diferents.

La resta de personatges són joves adolescents, que aprofiten com poden, l'espai de llibertat que es viu al costat de la caravana d'en Byron. Ells són Elena Tarrats (magnifica veu), Guillem Balart, Adrian Grösser, Anna Castells i Clara de Ramon.

Quin nivell la d'aquests joves actors !!! El futur del teatre català està en bones mans.

Per altra banda, Jan Gavilan i Max Sampietro són els dos nens que alternen el paper del fill d'en Byron.

La posada en escena és espectacular, en un lloc tan màgic com l'amfiteatre del Teatre Grec, que deixa respirar la màgia de l'indret i de l'obra. Amb esplèndida escenografia d'Alejandro Andujar, vestuari de Maria Armengol, Il·luminació de Jaume Ventura, espai sonor de Damien Bezin, els audiovisuals de Francesc Isern i la caracterització de Núria Llunell; el text traduït per Cristina Genebat, ha brillat de la mà de la direcció i de tot l'elenc actoral.

JERUSALEM és una obra dionisíaca, la celebració del caos, el desordre i la llibertat. Una comèdia shakespeariana moderna de dimensions èpiques.

Llarga, llarguíssima (però que se'ns ha fet curta). Bravo, bravíssim.

Tant de bo que la màgia d'aquesta posada en escena al Teatre Grec, no perdi massa als escenaris dels teatres convencionals, quan es pugui veure al Teatre Romea en temporada i en la seva gira posterior. Creiem que ho tindran difícil.

Nosaltres com veieu hem sortit del Teatre Grec, absolutament FASCINATS. No som massa partidaris de veure representacions teatrals en un espai tan enorme, com és aquest, i encara menys a l'aire lliure, però aquesta nit, la recordarem per molts anys. Potser també l'hem gaudit molt especialment per estar situats ben a prop, a la fila 5 on podíem veure amb claredat les expressions dels actors i les seves interpretacions.

Per veure la ressenya original, només cal clicar en aquest ENLLAÇ

03/07/2019
Iván F. Mula
Teatre Barcelona

Un gran antihéroe pagano

La consolidación del Julio Manrique director ya hace tiempo que llegó (El curiós incident del gos a mitjanit, L’ànec salvatge) pero esto no impide que su capacidad de escoger y sacar provecho de grandes textos contemporáneos nos continúe alegrando y sorprendiendo cada vez más. En esta ocasión, ha sido la obra del dramaturgo británico Jez Butterworth donde Manrique se ha apoyado para ofrecernos un festival de divertidísimos excesos, épica decadencia, melancolía rural y un trasfondo dramático de lo más interesante. Jerusalem es quizás uno de los fenómenos teatrales anglosajones más importantes de la última década y el montaje ha sabido transmitir esta grandeza e importancia. A partir de la interpretación de un inconmensurable Pere Arquillué, encarnando a este antihéroe pagano rodeado de adolescentes descarriados, se nos muestra el dolor que los inadaptados esconden tras la suciedad, el humor grosero y la evasión que las drogas y la fiesta sin fin les proporcionan. El espectáculo es entretenido sin renunciar a la oscuridad de unos conflictos de una profundidad existencial y una tristeza aplastante y que, poco a poco, se van mostrando en escena hasta arrasar con todo. Jerusalem es una experiencia que te conmociona a la vez que te entretiene (durante sus nada pesadas tres horas de duración), con unos personajes detestables que se hacen querer. Completan este rico retablo elementos poéticos y fantásticos de la mitología inglesa que apelan a una identidad nacional que es, al mismo tiempo, mágica, irresistible, cruel y opresora, como la sociedad misma que el autor retrata y el pequeño espacio del bosque donde habitan los personajes. Se trata, sin duda, de una propuesta para descubrir… y redescubrir para, probablemente, no acabar nunca del todo con ella.

02/07/2019
David Elfa Novoa
Teatre Barcelona

Un espectacle carregat de personalitat pròpia

Després d'haver passat pel Teatre Grec a l'estiu, torna aquesta coproducció que resulta tan ambiciosa com ben resolta. Es tracta d'un text farcit de subtileses gràcies a un rerafons en la història que va sempre més enllà i a un protagonista complex molt ben definit. En aquest sentit, es desenvolupa una trama més interessada en aprofundir en els personatges i en la temàtica que els envolta que no pas en construir un fil argumental, que serveix més aviat com a embolcall de la mateixa.

La direcció de Julio Manrique dota de personalitat a l'obra oferint-li un estil visual i sonor tremendament potent que confereix una personalitat marcada a l'espectacle. A més, encerta en el ritme utilitzat i aconsegueix unes escenes plenes de força que transmeten aquelles sensacions que el text vol evocar. No obstant, la tercera hora em sembla més irregular i més difícil de digerir, la qual esdevé més discursiva i a la que cal sumar-li el propi cansament de l'espectador per la durada de la representació. Cal dir que això no desmereix en absolut l'obra, la qual compta amb un Pere Arquillué brillant i magnètic que esdevé l'ànima de la funció, aconseguint transmetre la força que requereix el text i les seves diverses capes. Així doncs, ens trobem davant d'un espectacle que darrera de la seva aparent frivolitat i del seu excés amaga una gran substancialitat que ben val la pena descobrir, generant detractors i entusiastes a parts iguals per la seva forma d'exposar les coses.

07/12/2019
Aleix Bonet-Ragel
Teatre Barcelona

A les portes d’alguna cosa millor

Algú pensava que després de Blasted (Rebentats) a la Sala Petita del TNC, seria possible tornar a viure un Pere Arquillué al límit entre l'esquizofrènia i el seny? Doncs sí, i això només passa a la petita caravana de Johnny "el Gall" Byron. Un personatge especial, com els que ja no queden; sense pèls a la llengua per lluitar contra les desigualtats i les llibertats personals, però que posseeix allò que ens fa ser humans: les debilitats. El Gall no seria tan gall sense la seva mà dreta, Ginger (Marc Rodríguez) que neda en les mateixes aigües que ho fa Pere Arquillué. D'una manera molt còmoda et porten a una empatia amb els dos personatges que durarà fins al final de l'obra i això no és mèrit de ningú més que dels dos actors. Julio Manrique dona l'oportunitat per brillar a joves actors i actrius que no acostumem a veure sobre l'escenari; hi ha qui aprofita més l'ocasió que d'altres. Però sigui com sigui, demanen pas a les generacions més veteranes.

Jerusalem promet ser un text trencador i que dóna veu a totes les opinions però es queda a una llarga distància de complir aquestes promeses quedant-se res i ple de paraules buides. Ens narra una creació que no permeabilitza en cap aspecte amb el colofó d'una trama justa i que deixa molts camins oberts en acabar la funció. A favor del muntatge cal deixar clar que l'encertada i detallada posada en escena del director català ajuda a mantenir viva l'atenció dels espectadors i a dotar l'obra d'un ritme interpretatiu necessari per no caure en el món de les divagacions personals allunyades del text.

En definitiva, un text que interpretat d'una altra manera i dirigit per algú altre podria tirar-se pedres a la pròpia teulada. L'aplaudiment al final de la representació és assegurat, però aixecar-se de la cadira no acaba sent unànime, tal com les crítiques i el hype previ t'auguren. Per poder acabar de tancar (o no) totes les interpretacions possibles que el text de Jazz Butterworth ens proposa, és recomanable anar-hi acompanyat.

18/12/2019
Xavi Pijoan
Teatre Barcelona

Podridura

Hi ha muntatges dels que se n'ha dit tot abans de l'estrena, que, conscientment o no, prefiguren fins i tot la opinió que després serà expressada pel públic: és el cas de Jerusalem, del qual hem llegit, abans de veure'l, que seria una interpretació molt important de Pere Arquillué, una història amb un impacte equiparable al d'Incendis... Sigui quin sigui el resultat, aquestes còniques anunciades juguen a la contra perquè, en qualsevol cas, afebleixen el factor sorpresa. Efectivament, Arquillué és un Gall extraordinari, vigorós, ambigu... però ja ho sabíem, ja l'havíem vist.

El Jerusalem de Manrique, però, és teatre que impregna, que no rellisca perquè s'arrapa a la pell a força de posada en escena fonda, valenta perquè no tem les pauses ni els silencis que s'allarguen i posen l'espectador contra les cordes, imaginativa perquè és capaç de fer visible el mite, el tel·lúric, allò que hi és des de sempre, i acurada perquè controla el ritme narratiu (potser la major virtut del director). No perfora, en canvi, impregna però no perfora, s'aboca a la podridura, però no s'emmerda. Ens hi trobem bé amb la colla lumpen que envolta el prtagonista, riem amb ells, munten festes interminables, es droguen, beuen molt... però no se'ns transmet l'autèntia dimensió del desastre i de la misèria a què la seva condició social els ha empès.

Marc Rodríguez sempre està bé o molt bé, però com a la resta del repartiment jove, li falta brutícia, d'aquella que no se'n va, de la que es deixa veure en la mirada, en la veu i en la manera de caminar.

Brillant l'escenografia, amb aquella caravana que sembla ser allà des d'abans que Stonehenge, i el vestuari afinadíssim que suma sempre.

Jerusalem farà temporada al Romea, i us animo a anar-hi perquè parla de tots nosaltres sense embuts, i de la misèria moral amb què la ma de ferro del poder fa la seva amb absoluta llibertat.

06/07/2019
Germinal

Teo Navarro
12345
Extraordinària obra. Imprescindible. Una combinació perfecta d’una obra mestra del teatre contemporani duta a l’escena amb una gran direcció, una brillant escenografia i una enorme interpretació d’actors, destacant l’excel·lència d’un monstre escènic com en Pere Arquillué.
Un drama dur, sense concessions, que mostra la cruelta humana en el seu vessant més agre. Amb un gran sentit del humor, però, negre és clar. Tràgica i divertida alhora, és una radiografia social i humana extrapolable més enllà del espai escènic i del temps en què es desenvolupa l’acció. D’aquí la seva universalitat.
Imprescindible i genial. No us la perdeu!
21/12/2019

21/12/2019
Oscar Montserrat Prat

Vistes i llegides les opinions d’altres espectadors i dels crítics, Jerusalem és una obra d’extrems, que et sedueix des del principi fins al final o et tira enrere. En el meu cas em vaig sentir atrapat, i és que crec que, vulguis o no vulguis, el Gall (Pere Arquillué) et sedueix i t’edinsa al seu món d’excessos, en una obra on tots els actors brillen amb llum pròpia.
Si s’ha de representar al Romea la direcció hauria de plantejar-se canviar les butaques, no són les millors per una obra de 3 hores on la primera part ja en dura 2.
I sols remarcar al públic que els telèfons mòbils s’han d’apagar, posar en silenci o en mode d’avió, es van sentir fins a tres vibrant i un darrer ja sonant i tot.

18/12/2019
Daniel Ortega García

Una obra imprescindible amb un missatge molt potent. Des del meu punt de vista, una de les millors obres de Pere Arquillué amb una fantàstica direcció de Julio Manrique.

03/12/2019
Jordi Casas Duocastella

Amb les excel·lents crítiques que aquesta obra havia tingut en la seva estrena al Grec la vaig anar a veure a Manresa totalment «hypejat» (fa uns dies vaig descobrir que sóc millennial i com a tal he de fer servir el seu vocabulari), i això va fer que acabés amb una sensació de gran decepció.
Perquè una obra sigui transgressora m’espero més que uns personatges permanentment borratxos i/o col·locats i que algú aparegui despullat.
Tot i que Pere Arquillué torna a fer un gran treball imprimint el seu carisma al protagonista, l’obra en general no em va acabar d’arribar per la seva poca evolució dramàtica.
Atenció perquè sí que és una bona obra, també voldria destacar a Marc Rodríguez i els actors joves, entre els quals brilla Elena Tarrats (possiblement la persona més bonica de l’univers), ideal per transmetre la llum del seu personatge. Però en el meu cas les altes expectatives em van jugar en contra.

28/10/2019
Aníbal Ledo Faílde

Després de llegir diverses entrevistes al director i al protagonista tenia les expectatives al màxim però aviat es van veure completament frustrades. No puc entendre què hi han trobat en aquesta obra suposadament rebel i «antisistema» més enllà d’un feréstec protagonista q és (perdoneu la caòtica enumeració) gitano, borratxo, agitador de masses eixelebrat, famfarró, okupa, camell, pare irresponsable, mestre de cerimònies fiesteres del caos i filòsof de carrer enrabiat i desarrelat però amb no gaires llums (excepte al final)… Fins aquí com a antiheroi no estaria malament però el problema és la inexistent evolució dramatúrgica, tota l’estona girant sobre una colla de joves seguidors amants de la borratxera i les ratlles de coca q tenen ben poca cosa a dir (hi ha un parell de moments íntims q arriben massa tard). L’Arquillué fa el q pot amb aquest difícil paper lluitant tb contra un ritme lent a matar i una direcció massa unidireccional i poc matisada…les tres hores se’m van fer eternes (més encara en les incomodíssimes cadires del Grec). Una veritable llàstima, com demostren els aplaudiments finals, justets i de compromís per l’esforç indubtable dels actors.

04/07/2019
Victòria Oliveros Layola

Excel·lent muntatge transgressoir, obra punyent, actuacions de 10 i un gegant dalt l’escenari. En resum, una obra enorme. Abassegadora. Salvatge. Divertida. Insurrecte. Rebel. Com un gegant. Com un exèrcit de gegants. Com una nit de festa memorable. I al mateix temps és una obra amb ànima, amb molta ànima. https://gaudintdelteatre.wordpress.com/2019/07/03/jerusalem/

04/07/2019
Josep OS

Ahir em vaig estrenar amb el Grec d’aquest any i ho vaig fer amb aquesta obra del dramaturg anglès Jez Butterworth i magníficament dirigida per Julio Manrique. Transgressora, políticament incorrecta, passada de voltes, molt divertida amb un humor àcid i salvatge i podria continuar amb més qualificatius. Ens situa al sud d’Anglaterra on enmig d’un bosc viu en una caravana atrotinada Johnny Byron, ‘el Gallo’ (Pere Arquillué) un personatge carismàtic carregat d’humanitat alhora que bohemi, insolent, borratxo i en algunes ocasions agressiu i encara que sembli difícil empatitzar amb un individu d’aquestes característiques,ho acabes fent. Són les festes d’un poble proper del qual els veïns el volen fer fora per construir una urbanització, i al seu terreny acudeixen els joves del poble perquè els subministri drogra, beguda i on organitzen unes festes esbojarrades on tot té cabuda. Un cant a la llibertat. La posada en escena i l’escenografia, immensa i com he llegit que després farà temporada em costa imaginar aquesta obra fora del Grec ja que perdrà la màgia de té aquest teatre que encaixa perfectament amb l’obra. Pel que fa a la interpretació, Manrique no podia escollir millor actor que Arquillué per posar-se en la pell d’aquest estrafolari personatge del que fa un treball magistral, tot i que els 12 actors i actrius que li fan costat no es queden enrere. L’únic però, són els seients del Grec que no estan fets per a una obra que dura tres hores i quart i menys com era el meu cas a la fila 8, els peus no et arriben a terra. Imprescindible i un altre èxit de la temporada, que avui dimecres encara podeu veure, jo no me la perdria.

03/07/2019