Josep Maria Ribaudí i Martí

Y también algunos otros países mediterráneos. Dimitris Dimiatriadis escribió esta obra sobre su país hace unos treinta años, pero hoy por desgracia está de plena actualidad. Una monólogo donde la desesperanza es patente todo el rato, y es que en Grecia entre la segunda guerra mundial, la civil que les sobrevino a continuación y el golpe de estado de los coroneles, se fumaron una generación entera (aquí tampoco tuvimos demasiada suerte). Marcia Cisteró, en un escenario pelado sólo lleno de altavoces que de vez en cuando emitían ruidos, ha defendido con dientes y uñas un texto dificilísimo, duro de escuchar y duro de interpretar. Quizás un poco demasiado largo. Leer más.

Pero yo La Pols (El Polvo) la he encontrado muy floja. Me ha parecido larga, dispersa y prácticamente no me he creído nada de lo que pasaba en el escenario. Sólo me ha quedado claro que los tres protagonistas eran unos pobres desgraciados, pero no he entendido de donde les venía tanta amargura y tan mal rollo. También he encontrado el texto flojo y muy reiterativo, a veces decían la misma frase hasta diez y doce veces seguidas. No diré que los actores lo hayan hecho mal; pienso que han hecho lo que han podido, pero cuando el texto no ayuda cuesta mucho salir adelante, aunque el director sea el mismo autor y por lo tanto el que más conoce […]

Ay Carmela, cançó popular del segle XIX que cantaven els guerrillers espanyols contra Napoleó i que més endavant es van fer seva els brigadistes republicans de la guerra (in) civil espanyola, Lilí Marlene cançó del soldat alemany que enyorava a la seva nòvia, i Te Recuerdo Amanda de Víctor Jara massacrat pels sicaris del sanguinari Pinochet. Però n’hi ha més perquè les tres intèrprets, molt ben dirigides per Marc Chornet interpreten moltes més tonades i les barregen amb històries de dones, amb moments mot divertits, altres dramàtics i alguns molt profunds per propers com quan reciten el poema de la Elionora de Miquel Martí Pol. Tot i que te parts molt dures, sempre es palpa que hi ha esperança, doncs […]

Dos chicas, al más puro estilo Juan Palomo yo me lo guiso y yo me lo como, han escrito, dirigido e interpretado esta pieza de «teatro de creación» divertida, fresca y desenfadada metiéndose el público en el bolsillo y llevándoselo allá donde quieren. Sin casi escenografía, vestuario de calle y una iluminación sencilla, hacen que la hora y poco de duración de la obra te pase en segundos. Hoy era el último día, pero estoy seguro que la volverán a reponer. Vale la pena que alguien la repesque. Leer más.

Los ingleses de principios del XVIII, pragmáticos, tuvieron bastante quedándose con el dominio de Gibraltar y Menorca y dejaron la lengua autóctona tranquila, lejos de lo que hizo el cabrón del borbón Felip V en Cataluña, y así Joan Ramis pudo escribir su Lucrècia como le apeteció, y así nos ha llegado hoy de la mano de Sergi Marí. Una Lucrècia que intenta salvar su amor y su honor del hijo del tirano rey de Roma. No lo consigue y es violada. Interesante puesta en escena de una pieza escrita hace casi 250 años que todavía hoy es vigente: «si no lo puedo conseguir razonando, usaré la fuerza». ¿Tan poco han evolucionado algunos? Leer más.