Los mismos creadores de este espectáculo lo etiquetan como híbrido, gracias a su fusión de teatro, danza y música en directo. Pero, éste va aún mucho más allá, ya que la convergencia de estas disciplinas se convierten en su propia alma, dotándolo de una personalidad que lo presenta como una apuesta arriesgada, que sin duda va a parar a muy buen puerto. Quizás este sentido del riesgo, con mucho sentido común, es lo que se echa de menos en nuestro teatro en los últimos tiempos, que a veces parece estar estancado en apuestas que se creen seguras y que no acaban de dejar pasar el aire fresco. Afortunadamente, en la cartelera también encontramos apuestas como este Limbo que demuestran que […]