Durante esta Navidad, la Sala Beckett apuesta por recuperar dos espectáculos que tuvieron una muy buena acogida en su momento y que, quizás, muchos espectadores aún tienen pendiente ver. Se trata de L’alegria de Marilia Samper i Pluja de Guillem Albà i Clara Peya.
De la mano de Clara Peya y Guillem Albà, vuelve Pluja, un espectáculo sobre la vulnerabilidad que fue nominado a los Premios Max 2017. La pieza cuenta con un componente musical y otro de teatro visual y gestual que divierte, sorprende y emociona.
El montaje nace de la amistad entre los dos intérpretes que han unido la música creada especialmente para la ocasión de Clara Peya y el teatro visual, títeres y el gesto del clown Guillem Albà para ofrecer un viaje poético, mágico y con toques de humor. Pluja apuesta por un público reducido que rodea la escena y que podrá apreciar desde la proximidad el talento de estos dos grandes artistas. Se trata de un trabajo excepcionalmente íntimo y cercano que nos habla de cómo, a veces, nos sentimos muy pequeños.
También vuelve L’alegria, un espectáculo que se estrenó en la sala el otoño del año pasado. En la obra, la directora y dramaturga Marilia Samper hace una reflexión sobre la precariedad y la pobreza que nos rodea y que se encuentra mucho más cerca de lo que creemos. Una realidad cruda que la autora refleja sin lágrimas, sin sentimentalismo, centrándose en la capacidad de lucha del ser humano. Con alegría.
Protagonizada Lluïsa Castell y Alejandro Bordanove (nominado a los Premios Teatre Barcelona y a los Premis Butaca por esta interpretación), la propuesta cuenta la historia de Julia, una mujer que vive de alquiler con su hijo Eli, que tiene parálisis cerebral, en un barrio obrero. La simple propuesta de construir una rampa en la entrada de su edificio para que el chico pueda salir de casa se convertirá en una empresa imposible que les enfrentará a su insolidario vecindario.