Llega la primavera: los árboles florecen, los pajaritos cantan, los guiris se arremolinan en las terrazas y a todos nos poseen unas ganas irrefrenables de quitarnos el abrigo y disfrutar de las cada vez más numerosas horas de sol.
El invierno nos ha dejado un déficit de vitamina D y pantalones cortos, así que recibimos la estación floral con alegrías … pero también con alergias. Seamos honestos: en primavera no todo el monte es orégano. También hay polen, lluvia y estornudos. Astenia, picaduras de abeja y nubes engañosas que conllevan cambios de temperatura repentinos y pies inesperadamente mojados.
¿Cuál es el mejor antídoto para los diferentes síntomas primaverales?, os preguntaréis. Nosotros lo tenemos claro: un escenario, un sillón y un espectáculo musical son el mejor refugio ya la vez la mejor manera de disfrutar. Atentos a los primeros indicios:
LA SANGRE SE ALTERA
Y florece el amor
LAS HORMONAS SE REVOLUCIONAN
Sobretodo las adolescentes
SUBE LA TEMPERATURA
¡…Ay!
LAS PAREJAS SALEN A LA CALLE
A restregar su amor por la cara del resto de mortales
TODO SE LLENA DE COLORES
Y a los niños les encanta
PERO ALGUNOS SUFREN APATÍA
Y no están de humor para musicales
Ya sabéis: al primer síntoma de primavera, al teatro!
Text: Neus Riba