Una comedia tabú sobre la sexualidad y las relaciones afectivas.
Mar Ulldemolins y Francesc Ferrer protagonitzan esta comedia transgresora, de Lara Díez Quintanilla, ganadora del Torneo de Dramaturgia Internacional 2022, explora donde están los límites entre el placer y la culpa cuando te dejas ir por el deseo.
Sinopsis
Laia y Jordi están muy ilusionados con la llegada inminente de su primera criatura. Son una parena feliz, abierta y progre que se ha formado profundamente en los métodos de crianza. Una noche deciden dar el último paso para estar preparados del todo: confesarse las pequeñas cosas (o no tan pequeñas…) que se han escondido durante el tiempo que han estado juntos, con la intención de estar totalmente limpios antes de recibir su futuro bebé. En este acto de transparencia saldrán a la luz algunas experiencias sexuales que no se esperaban y que provocarán un auténtico estruendo en su relación.
¿Somos realmente tan libres como querríamos? ¿Tan abiertos de mente como nos pensamos? ¿Tan paritarios como proclamamos…?
Laia y Jordi, los protagonistas de esta historia, irán hasta el límite para enfrentarse a estas preguntas.
¿Y tú, hasta donde llegarías?…
Nota de la autora
En verano del 2015 hicimos un viaje con furgoneta por los Estados Unidos. Nueve personas dentro de un mismo vehículo, durante horas y horas de carretera y manta. A pesar del espacio fundido pequeño, había un clima de confianza y de diversión. Todos los miembros de la expedición nos considerábamos abiertas, modernas, de izquierdas y feministas y nos sentíamos libres y felices cruzando y criticando aquellas tierras yankis, moralistas y conservadoras. En un momento dado, una persona explicó una historia que le había pasado a la amiga de la amiga de su hermana. Un bulo radicalmente verosímil que giraba en torno a aventuras sexuales, viajes y embarazos. Aquel relato que ella había compartido inocentemente para amenizar unas horas de carretera aconteció una bomba de relojería que transformó por siempre jamás la manera de mirarnos los unos a los otros. Emergieron, con una facilidad escandalosa, los instintos posesivos y los monstruos del conservadurismo, el trogloditisme y el machismo. Comprobamos como, todos aquellos valores, estaban enterrados a muy poca profundidad de nuestras carcasas progres. Quedé tan perpleja de aquella experiencia que necesité encomendarle al teatro su digestión y transformación. Así nació Plaer culpable.