La sonnambula de Vincenzo Bellini es un melodrama romántico con todos los ingredientes de intriga amorosa, apariciones fantasmagóricas, sueños coexistiendo con una curiosa incursión científica en el mundo del sonambulismo, tratado como pretexto y a la vez como fenómeno de la patología humana.
La directora de escena Bárbara Lluch quiere desromantizarla teniendo en cuenta el contexto #Metoo, aportando al cuento bucólico de Bellini un giro dramático final con un toque de modernidad y perspectiva feminista.
Sinopsis
En la persecución de su sueño, una mujer joven está a punto de casarse con su amor. Justo en el mismo momento, es descubierta por todo el pueblo durmiendo en casa de un desconocido. Las sospechas de infidelidad que todo el mundo da por ciertas hacen que el joven prometido, loco de celos, rompa su compromiso y necesitará dos actos para averiguar que el sonambulismo es el auténtico culpable del entuerto.
Todo termina con final feliz: la presencia de la chica saliendo por la ventana del molino y arriesgando su vida, constituye la prueba definitiva de su inocencia.
Mucho antes de que el verismo explotara la temática de la infidelidad femenina desde perspectivas realistas, Bellini abordó el que era entonces un espinoso tabú con gran delicadeza dramática.