La sonnambula de Vincenzo Bellini es un melodrama romántico con todos los ingredientes de intriga amorosa, apariciones fantasmagóricas, sueños coexistiendo con una curiosa incursión científica en el mundo del sonambulismo, tratado como pretexto y a la vez como fenómeno de la patología humana.
La directora de escena Bárbara Lluch quiere desromantizarla teniendo en cuenta el contexto #Metoo, aportando al cuento bucólico de Bellini un giro dramático final con un toque de modernidad y perspectiva feminista.