Stefano Massini, un gran dramaturg. Lluís Pasqual, un immens director. Miriam Iscla una insuperable actriu. Un trio d'asos que fan com a mínim repòker. De fet l'obra és un documental, però esdevé una tragèdia amb una càrrega tan o més forta que Titus Andrònicus, i ja és dir. Guerra bruta, terrorisme d'estat, assassinats en massa, violacions... tot desvetllat per una dona valenta: Anna Politkóvskaia, periodista abnegada que sabia que se la jugava. Desplaçada a Grozny investigava "a peu d'obra" i denunciava els horrors d'aquell disbarat. Van intentar reeducar-la i no se'n van sortir i seguint el manual del Sr. Putin, escrit sense matisos, la van pelar, directament.

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Míriam Iscla nos hace una interpretación extraordinaria de Anna Politkóvskaya, una periodista rusa conocida por su oposición al conflicto checheno y la administración de Vladimir Putin. Murió asesinada en su bloque de pisos en octubre de 2006. Tenía 48 años. Cinco años después de su muerte, aunque no se ha aclarado su asesinato.

Hemos visto la cara más oscura de la guerra en Chechenia a través de los numerosos artículos críticos que escribió y describir, Anna Politkóvskaya, donde explicaba los abusos y torturas, supuestamente practicadas por las autoridades chechenas, que se cometieron durante el mandato del primer ministro checheno de obediencia rusa, Ramzan Kadyrov. Anna Politkóvskaya nos habla de violaciones, de hambre, de miserias, de abusos y torturas, de injusticia, denigración, …. desde la valentía, en una Rusia donde no existe la libertad de expresión. Miriam Iscla ha sabido interpretar muy bien, la fortaleza de aquella mujer, su lucha y perseverancia para poder informar y denunciar públicamente todo lo que estaba pasando en ese país, un lugar donde se vive una dictadura con muchas menos libertades que la resto de la Federación Rusa.

Stefano Massini ha sido para mí un gran descubrimiento, autor de unos textos que me han parecido extraordinarios. Y… ¡Caramba! cada vez que veo una interpretación de Miriam Iscla es mejor a la anterior. Hoy las manos me dolían de tanto aplaudir. Y ¡Bravo Lluís Pascual por descubrir y compartir estos magníficos textos con todos nosotros!

No os lo penséis. Imprescindible!!!