Sinopsis
Federico García Lorca mantuvo una estrecha relación con la ciudad de Barcelona, en la que llegaría a estrenar dos de sus obras, Mariana Pineda y Doña Rosita la Soltera. En 1935, la compañía de Margarita Xirgu estrenó Doña Rosita en el Teatro Principal Palace de Barcelona y esta fue la última obra que estrenaría en vida.
Rosita, una chica huérfana que vive en casa de sus tíos, en Granada, se ve obligada a separarse de su prometido, que marcha a Argentina con su familia. Antes de partir, sin embargo, este promete a Rosita que tan pronto como pueda volverá para casarse con ella, siempre que esté dispuesta a esperarlo. La chica espera, pero la situación se prolonga durante años, mientras el ambiente opresivo e indiscreto de la ciudad de provincias va cayendo sobre la familia como una losa cada vez más pesada.
Situando las fronteras del tiempo en el centro de la tragedia contemporánea, García Lorca hace patente las tensiones irresolubles de una cultura cronológica en la que la esperanza ocupa un espacio preeminente, a pesar de no saber a menudo qué se espera ni por qué. Con el espejo de la rosa mutabile cultivada por el tío de la protagonista, que en el curso de un solo día nace con un rojo intenso y va empalideciendo hasta perder los últimos pétalos, el poeta ofrece un ácido retrato de la vida de esta «Rosita» que cree tener que enfrentarse al paso de los meses y acaba topando contra su manera de vivir y de entender la espera.