Josep Maria Ribaudí i Martí

REFRES.CAT es una especie de ciclo de verano que se ha inaugurado hoy en el Teatro Tantarantana con Yira. «Una camarera japonesa que baila flamenco. Una mujer gigante que lee Guerra y paz. Un baratero ambulante que espera un contacto. Una joven que estudia idiomas con la ayuda de un radio-cassette… todos ellos seres descontextualitzados en busca de mejores oportunidades son captados por un instante en el marco de un bar donde suena la canción que todos llevan dentro, pero que nadie recuerda.» Esto dice el programa de mano, pero yo no lo he sabido ver y además me he aburrido de solemnidad. Leer más.

Cels es la última pieza de la tetralogía Le Sang des Promesses de Wadji Mouawad y posiblemente sea su obra más desmesurada, pues hace entrar una montón de elementos, quizás demasiados. Es un thriller sobre espionaje en el que un grupo de analistas (¿espías?) escuchan e intentan descifrar miles y miles de conversaciones surcan el cielo. Este equipo secreto busca prevenir futuros ataques terroristas, pero ha sucedido un hecho que los desestabilizará: un miembro del equipo se ha suicidado; ¿porqué? Buena puesta en escena y buena dirección. Lástima de la puñetera acústica de la Biblioteca de Cataluña, que para decirlo suave es muy carbona. Leer más.

Hay montajes que son especiales, y este lo es, por categoría, por dificultad y por espectacular. Dieciocho actores en escena no son ninguna tontería; podrían estar haciendo el burro, pero no; hacen teatro del bueno e innovador, explicando una historia penetrante, de refugiados, pero a pesar de la tragedia, con toques divertidos, geniales. La historia es brillante, la puesta en escena espectacular y el movimiento de actores (18) un ejemplo. Teatro de mucha categoría de aquellos que de tan en tanto nos ofrece el Lliure. Recordáis la Costa de la Utopía, Las tragedias Romanas o El Mestre i la Margueritta? Pues por aquí vamos, y sólo estará en cartel cuatro días, o sea que… Leer más.

Es lo que me ha parecido a mí la obra de la Sala Tallers. Un safari desmesurado pero sin punch, con unos versos tirando a carrinclones y con los actores haciendo mucho el burro, demasiado, a pesar de no ser culpa suya puesto que hay un director. También me ha parecido que de la hora y cuarenta le han sobrado cuarenta minutos. Para mí, lo mejor, la música, la iluminación y la escenografía, por este orden. Es una lástima porque los autores han hecho, porque saben hacer, cosas mucho mejores. Leer más.

Y si las heridas se han hecho en una guerra civil… ni te cuento. Patxo Telleria ha hecho una virguería adaptando la novela de Bernardo Atxaga al teatro, y Fernando Bernués lo ha rematado con una dirección ajustadísima donde los catorce actores han brillado a un gran nivel, sin sobresalir ninguno por encima de los demás. Obra difícil con una puesta en escena espectacular donde el acordeón siempre está presente. Por los que nos gustan los lei motiv ha sido una fiesta. Puesta en escena espectacular, como en los buenos tiempos. Lástima que la acústica no ha sido perfecta. Leer más.