El Teatre Nacional recupera uno de los éxitos del epicentro Pitarra de la temporada pasada, Liceistes i Cruzados. Hablamos con su director, Jordi Prat i Coll.
La voluntad del director del TNC, Xavier Albertí, de dedicar el epicentro de la temporada pasada a Sarafí Pitarra, era la de «normalizar nuestra relación con el padre del teatro catalán moderno». Una de las obras que más conectó con el público, fue este Liceistes i Cruzados que nos traslada a una época de ebullición y nacimiento de una nueva cultura urbana, en la que el teatro se convirtió en una de las atracciones del ocio ciudadano y comportó «apasionadas disputas entre partidarios del teatro viejo y el nuevo». Pitarra hizo un retrato satírico que nos da testimonio de un momento fundamental en el nacimiento de la nueva cultura catalana.