¿Te gusta el teatro y querrías saber más? ¿Eres un trasero inquieto y te apuntas a todo? ¿Charlas por los codos cuando sales de una obra? El otoño es un buen momento para vivir tu pasión: ¡vuelven los Talleres del espectador de Agost Produccions!
«¡Ha sido un intensivo de teatro contemporáneo!», exclamaba uno de los espectadores, mientras hacía un trago. Era una mañana de verano, casi mediodía y casi de agosto, y sentados bajo la sombra de los árboles de los jardines del Teatre Grec, un grupo de amantes del teatro compartía opiniones haciendo un vermut. «Con mis 85 años, ¡haciendo tantas cosas…!» bromeaba otro. «Es que ha sido intensivo, pero con coherencia», concluía un tercero. Después de cuatro semanas intensas de conversaciones con creadores, análisis teatrales, coloquios y mucho,mucho, teatro, siguiendo el Festival Grec, los protagonistas eran ellos.
Un grupo heterogéneo formado por espectadores de todas las edades, y organizadores de los talleres y el festival, intercambiaba opiniones y sensaciones sobre las seis sesiones vividas: algunos se habían quedado con ganas de hacer más cosas, «ir a más teatros», otros soñaban con una ruta teatral por Europa, y un puñado coincidía con que el formato Història d’un espectador –charlas donde un espectador compartía sus vivencias en torno al teatro– les parecía «un valor añadido, un terreno muy interesante para explorar. ¡Y eso no se hace en ningún otro lugar! «, aseguraban.
Como en todas las sesiones, Ramon Simó, el director del Grec, hacía uno de sus pequeños discursos –que bien podrían ser considerados como una mini-masterclass–, centrando la atención: «¡Como más sabes, menos te aburres! La primera vez que vas al teatro no entiendes nada, y hay cosas que si no te las han explicado, no las ves. Pero como más aprendes, en más cosas te fijas. Quizás la trama no te atrae pero dices ‘¡Mira, qué luces!’ –compartía, cercano–. Y a veces sales y piensas: ‘No sé si he entendido la obra…’, ¡Pero sí que lo has entendido! Has entendido lo que tú tenías que entender». Y los talleres habían comenzado, justamente, con esta defensa del teatro como una experiencia individual, del Arte como algo que depende de la mirada, y la mirada como algo que, a pesar de poder entrenarse y enriquecerse, ha ser propia.
La filosofa Marina Garcés inauguraba la primera sesión el 30 de junio, en el Antic Teatre, planteando dos conceptos opuestos: el espectador voyeur, un receptor inactivo, y el espectador comprometido, «con una relación implícita con el mundo». «¿Cómo podemos, como espectadores, relacionarnos en la distancia con lo que vemos?», reflexionaba, al inicio. «¿Qué esperamos, cuando vamos al teatro?»
«La figura del espectador a menudo se utiliza como un número llenasalas –deliberaba Marina–, como una cantidad de butacas que legitiman o deslegitiman una temporada con su presencia o su ausencia». Sobre esta «figura incómoda», y su acción o pasividad, trataba el texto que centraba esta primera sesión, El espectador emancipado de Jacques Rancière.
Rancière, en palabras de Marina, nos explica cómo relacionarnos con el teatro para dar un valor al hecho teatral, para entender el público como una inteligencia colectiva que se legitima en todas las mentes, diferentes, y no como unos números planos. Para empezar, explicaba la Marina, debemos dejar de lado la idea de la distancia como algo «instrumentalizador», no abolirla, y entenderla como «necesaria en todo acto comunicativo». Lo que sí debemos destruir es la concepción de los espectadores como un todo.
«El poder común de los espectadores no reside en su calidad de miembro de un cuerpo colectivo (…). Es el poder que tiene cada uno o cada una de traducir a su manera lo que él o ella percibe, de ligarlo a la aventura intelectual singular que lo hace semejante a cualquier otro en la medida en que esta aventura no se parece a ninguna otra. Este poder común de la igualdad de inteligencias vincula a los individuos, los hace intercambiar aventuras intelectuales, en la medida en que los mantiene separados los unos de los otros, igualmente capaces de utilizar el poder de todos para trazar sus propios caminos «, concluía Rancière en El espectador emancipado.
Y en esa última sesión se reunían en los jardines del Teatre Grec, entre fresnos y cipreses, un grupo de inteligencias iguales, de experiencias diferentes, y de voces que se alzaban por encima de Barcelona y que coincidían en que, tras de ver una buena obra… «¡Ir al bar es ideal!».
Si te gustaría vivirlo, no es necesario que esperes al verano: ¡los Talleres de Otoño de Agost Produccions harán que no quieras hibernar si no es dentro de un teatro!
– Taller de espectadores del Mercat de les Flors. Del 17 de octubre de 2014 al 9 de mayo de 2015 (INSCRÍBETE AQUÍ)
Asistiremos a 8 espectáculos, visitaremos espacios de creación, conversaremos con creadores, asistiremos a conferencias y participaremos en sesiones previas a las obras programadas. Es recomendable completar estas actividades con alguno de los talleres de movimiento que se realizarán con jóvenes coreógrafos que forman parte de esta temporada.
– Taller de espectadores de Temporada Alta 2014: los días 21, 22 y 23 de noviembre de 2014 (PRÓXIMAMENTE)
– Escuela del Espectador de La Seca 9a edición: Nuevos pulsos teatrales de Barcelona (II). Entre los días 14-15 y 28-29 de noviembre de 2014 (PRÓXIMAMENTE)
Texto y fotografías: Neus Riba
