Felipe Cabezas dirige Mary Frankenstein Shelley en la Sala Fénix, un relato fantástico y grotesco de estética steampunk sobre la vida y obra de la autora de Frankenstein, Mary Shelley.
Quizás mucha gente desconoce que la autora de Frankenstein es una mujer, Mary Shelley. Una mujer, además, que tiene una historia casi más interesante que su propio personaje literario. Hija de la filósofa y escritora feminista Mary Wollstonecraft -autora de Vindicación de los derechos de la mujer (1792)- y del político y pensador anarquista William Godwin, no sólo desafió el machismo de la época llevando adelante su producción literaria, sino también en su vida personal, manteniendo una relación abierta con el poeta Percy Shelley -con quien se casaría después de la muerte de su primera esposa-, aunque tener que aguantar todo tipo de críticas y reprobaciones.
A pesar de que durante muchos años ha sido conocida precisamente como «hija o esposa de», cada vez más se está poniendo en valor su figura, no sólo en el ámbito académico o literario, sino también cinematográfico. Haifaa Al-Mansour, la primera mujer directora de Arabia Saudí, ha dirigido un biopic protagonizado por Elle Fanning que aún no tiene fecha de estreno.
Felipe Cabezas cose a Mary Frankenstein Shelley vida y obra en un relato fantástico y grotesco a cuatro voces que combina proyecciones, marionetas, cómic, sombras y música en directo de la mano de JoanGe. Las actrices Alba Valldaura, Elena Visus y Aleyda Puerto interpretan todos los papeles, tanto Mary Shelley, los padres, la hermana y el marido, como Victor Frankenstein, el personaje literario que crea el famoso monstruo, mientras que Cabezas manipula el títere que le da vida y al mismo tiempo asume el papel de narrador con la voz del poeta Lord Byron. «La elección de actrices para interpretar personajes masculinos es absolutamente querida», explica el director, que ha querido «jugar con lo andrógino».
El montaje se centra en la vida y creación de Mary Shelley y pretende «rescatar el nombre de la escritora, su lucha por la libertad y su dignidad como mujer, artista y creadora» para reflexionar sobre lo que espera la sociedad de una mujer «y sobre el poder de la mujer para decidir su papel en la sociedad». Asimismo, explica Cabezas, la pieza también se acerca a la maternidad, tanto desde la vertiente biológica y el vínculo madre-hijos, como desde la creación artística.
La obra se inicia en Villa Diodati, en los Alpes suizos, donde Mary Shelley gestó la idea de la novela del verano de 1816, con la narración del anfitrión de la casa, Lord Byron. A partir de aquí se irán enlazando los recuerdos, desde el nacimiento de la escritora, con la muerte de su madre durante el parto, hasta sus abortos prematuros o el suicidio de la mujer de Percy Shelley. Una vida marcada por la muerte, la literatura y la amistad con los artistas de la época.
«Mary Shelley fue una mujer muy avanzada en su tiempo. Es interesante repasar su obra para darse cuenta de que hablaba de cosas que, aunque actualmente ya son una realidad, en su día eran absolutamente impensables: trasplantes, cirugía estética, la reanimación a través de la electricidad … «, explica Cabezas, que también se muestra fascinado por su romanticismo. «El hecho de que viviera la muerte de vez cerca -la madre, los abortos … – hace que el deseo de muerte y de revivir esté muy presente en su obra».
Este romanticismo es lo que le ha llevado a optar por una estética steampunk, movimiento retrofuturista que se ha basado, de hecho, en el mismo Frankenstein o las obras de Julio Verne o Mark Twain. El público estará situado a tres bandas, a escasos centímetros de los actores, «con la sensación de estar en el salón-comedor» de Byron.