Pau Roca: "Es muy agradecido llegar al corazón de la gente a través de la comedia"

Siete años después de Pulmons, el primer éxito de la compañía, su montaje más aplaudido, la productora Sixto Paz vuelve a apostar por Les coses excepcionals, un texto de Duncan Macmillan que aborda un tema como es la depresión y el suicidio. El texto es un monólogo que explica cómo un niño de seis años decide ayudar a su madre inestable, para transmitirle ganas de vivir, a través de una lista donde escribe las cosas por las cuales vale la pena hacerlo. Nunca dejará de ir añadiendo cosas en esta lista. Pau Roca y Leticia Dolera se combinan para encarnar, ahora en el Escenari Brossa, al único protagonista de esta curiosa obra con muchos personajes y donde el público tiene un papel destacado. Esta interacción dota de frescura a un texto que desborda humanidad, ternura y humor.

TEATRE BARCELONA: ¿Duncan Macmillan y Sixto Paz forman un binomio indisoluble?

PAU ROCA: [ríe] Sólo hemos hecho dos, ésta es la segunda experiencia, y no sabemos cómo resultará. Lo que estamos recibiendo es muy similar a Pulmons. Es una mezcla de catarsis colectiva los días de función.

¿Qué os cautivó de este texto?

Hace seis años creamos Sixto Paz. Cuando estrenamos Pulmons en el 2014 continuamos leyendo textos de Duncan Macmillan. Leímos Every Brilliant Thing y nos gustó a todos. Corrimos a pedir los derechos de autor, piensa que es un texto que quiere media Barcelona y Madrid. Como la experiencia de Pulmons fue muy satisfactoria, Macmillan ha confiado en nosotros. Es un texto maravilloso que apela a todo el mundo y que tiene mucha calidad y accesibilidad. Es una obra maestra en cuanto a la escritura y por el uso de las herramientas teatrales.

Es un texto luminoso y divertido sobre un tema tabú como la depresión y el suicidio. No tiene que ser fácil abordarlo desde el entretenimiento.

«Si llegas al final de tu vida y no te has deprimido nunca es probablemente porque no has estado atento», se dice en la obra. Macmillan habla de la depresión y el suicidio con normalidad. Si conseguimos que la gente ría es maravilloso, si el público llora también. Todo está permitido. Es muy agradecido llegar al corazón de la gente a través de la comedia.

Todo empieza con una lista naíf de cosas que hacen que la vida valga la pena. Cosas como un helado, las películas de Kung-Fu, las grúas de las obras, los espaguetis… Pero la lista se va ampliando en la adolescencia, la edad adulta… La lista lo acompañará el resto de su vida.

Una lista puede recordarnos aquellas cosas buenas que tiene la vida a las que a menudo no prestamos mucha atención porque forman parte de la cotidianidad más absoluta. A través de una lista podemos observar el proceso de crecimiento de una persona, su viaje de vida. De hecho, mucha gente sale del teatro con ganas de hacer listas. Estamos pensando de encontrarnos en la salida en el Bar del Capitol e ir creando una lista fantástica que irá llenando la gente.

Éste es un monólogo teatral atípico por el formato y por el contenido. En realidad es una experiencia teatral que compartes con el público. Lo haces participar de una manera sencilla, elegante…

Sí, se hace partícipe al público de una manera muy elegante sin ser muy invasiva. La obra es un bálsamo que cura. Es tierno y frágil. El público empatitza mucho con el personaje porque muestra su vulnerabilidad. Es una experiencia que compartimos todos juntos. Más que una narración de una ficción, que también tiene, es una obra vivencial. La manera en que el público entra a partir del minuto uno cambia mucho las reglas de juego. Es imposible que me aburra. Y esto es sinónimo de que el público se lo pasa también muy bien.

¿Cómo lo hacéis en Sixto Paz para mantener el equilibrio entre aquello que sentís que queréis hacer y lo que quiere el público?

A veces es muy sencillo. Por ejemplo, esta obra nos gusta mucho y apela a todo el mundo y todo el mundo la puede entender. Muy a menudo nos topamos con obras que nos gustan mucho y no son tan accesibles. Como somos una compañía pequeña, con una trayectoria de 6 años y 11 espectáculos, no tenemos la capacidad económica para hacer proyectos sin ayudas externas. Tampoco la confianza de un teatro público que nos permita hacer cosas arriesgadas. No podríamos hacer gira. Por ejemplo, Dibbuk o Tender Napalm fueron dos obras que gustaron mucho y recibieron muy buenas críticas. Ahora bien, no viajaron, no se movieron mucho. En cambio, esta función, tenemos la sensación de que llega muy fácilmente al corazón de la gente como pasó con Pulmons.

¿Sixto Paz y el teatro público están reñidos?

Es muy difícil. Nos pasa a todas las compañías. Es una batalla que todavía no hemos ganado.

¿Cuáles son las cosas excepcionales que hacen que la vida de Pau Roca valga la pena?

Poder hacer una entrevista mientras doy de comer una tortilla francesa a mi hijo de dos años [río].

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