Por Jordi Sora
Fue una de las sorpresas de la temporada pasada: Likes, de Núria Guiu. Artista asociada a la Sala Hiroshima, aciertan absolutamente reprogramándola. Es una pieza de danza y texto donde se plantea la cuestión del precio que estamos dispuestos a pagar por un like en las redes sociales. Todo empezó por un trabajo de curso en los estudios de Antropología. Y ninguna mejor manera, más allá de los datos, que traer a escena algunas de sus reflexiones. Para hacerlo lo más cercano a los intereses del artista, se dedicó a analizar dos fenómenos muy conocidos en Internet: el cover dance y los tutoriales de yoga. Recrear las coreografías originales de un cantante es una práctica tan de moda que ultrapasa horas ahora ya la simple distracción: miles de seguidores y un efecto multiplicador, donde cualquiera puede poner a prueba la destreza en el movimiento. El segundo hecho también tiene que ver con la popularización de la tradicional disciplina física y mental de origen oriental, de la cual infinidades de canales hablan, con vídeos cada vez más sorprendentes de posturas a veces innimaginables.
Núria Guiu es una bailarina y coreógrafa multifacètica. Con una sólida formación clásica, su gesto es preciso y brota sinceridad. Una de las intérpretes más destacadas de su generación. Para abordar este trabajo ha indagado en las relaciones entre la experiencia del cuerpo en movimiento y la mirada. Las pantallas digitales han acentuado la idea de un cuerpo objeto, donde lo importante parece que reside en la observación. Con una muy limitada experiencia física. Excepción hecha, por supuesto, si es el propio sujeto quién se somete a la vista de los otros a través de la grabación de cómo se mueve. De aquí el interés para estudiar aquellas dos actividades en Internet: bailar, por el placer de hacerlo, asumiendo los comentarios más o menos amables; y un “más difícil todavía” que los participantes de la moda yogui esparzan por todas partes. Y aquí es donde definitivamente Likes sobresale: porque nos invita a pensar si es el cuerpo aquello que se exhibe o es sólo un instrumento a través del cual se manifiesta algo de más profundo e inquietante.
Likes empieza exactamente como aquello que es: una investigación, que Núria presenta en primera instancia desde una mesa con ordenador. Poco a poco, se va transformando en una experiencia viva de aquellas dos prácticas. Conforme se expande la pieza, cada vez con un análisis más complejo de la materia, va jugando a dos bandas: la del espectador, amo de la capacidad de clicar o no un “me gusta”; y la del artista, amateur o no, dispuesto a muchas, muchas cosas por aquel like… Sin más intención: sólo con la constatación que de la imagen en movimiento, hemos hecho (también) un mercadeo.