La esperada 'Incierta Gloria' de Rigola llega al TNC

Redacció

Àlex Rigola dirige la adaptación de la novela de Joan Sales en la Sala Petita del Teatre Nacional con Nao Albet, Pau Roca y Mar Ulldemolins entre los protagonistas.

TEATRE_BARCELONA-incerta_gloria-REVISTA_1Joan Sales publicó la primera edición de Incerta Glòria en 1956, aunque la fue ampliando en varias ediciones hasta el 1971. Ahora, casi 60 años después, llega encima de los escenarios mientras Agustí Villaronga e Isona Passola empiezan a rodar la película y, con la traducción al inglés, obtiene el reconocimiento internacional. El interés del director Àlex Rigola para llevarla al escenario, sin embargo, viene de lejos. Su abuelo, que había estado al frente del Ebro con la quinta del biberón y más tarde Campo de Argelers, ya de pequeño le contaba la guerra civil «por fascículos», mientras la abuela le contaba el día a día a la retaguardia, en Barcelona. Así pues, «llevaba la temática en los genes» y tenía ganas de llevarla a escena. Fue hace 10 años, al leer Incerta Glòria, cuando tuvo claro cómo, porque todo lo que tenía ganas de explicar ya lo había hecho antes alguien; alguien que, como su abuelo, había sido el frente y en los campos de concentración franceses.

«La Guerra Civil es un catalizador para que personajes muy jóvenes se hagan preguntas sobre el sentido de la vida que normalmente se hacen más adelante», dice Rigola. Y ésta es, para él, una de las grandezas de esta obra: las reflexiones y la profundidad de los personajes, principalmente Lluís (Nao Albet), Trini (Mar Ulldemolins) y Cruells (Marcel Borràs), tres jóvenes movidos por la presencia angustiada, inquietante e incontrolable que es en Soleràs» (Pau Roca). Unos personajes y una historia que Rigola reconoce sólo pudo acariciar parcialmente porque «toca muchos temas y había sintetizarla». Sin embargo, con tres horas y media de duración (con dos entreactos), mantiene la forma epistolar de los dos primeros actos, donde primero Luis muestra la vida en el frente y luego Trini la vida en Barcelona. El tercer acto revive las memorias de Cruells, el seminarista, mientras que en Soleràs siempre aparece con la visión que tienen los demás.

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Aunque la propuesta de llevarla a la Sala Gran, Rigola ha preferido la proximidad de la Sala Petita porque, dice, «es una pieza épica, un viaje inteligente que pedía una cierta contención y espacios pequeños». Por Maria Bohigas, nieta de Juan Salas, «el hecho de llevar una novela literaria en escena es sacarla de su lugar» y, por tanto, «hay que transgredir-la, no ser fiel». Por ella, pues, fue una buena noticia que al frente se pones un director como Rigola, «que hace lo que le da la gana», aunque a veces «los infieles, son los más fieles». En cuanto al resultado, explica que la ha removido, pero que «ha sido muy placentero conocer los personajes». Por una entusiasta de la obra de su abuelo como ella, «poder oír la voz de todos ellos y que afinen la emoción que siempre he sentido, es magnífico.»

«UNA SEÑORA NOVELA»

La revista The Economist situaba recientemente Uncertain Glory como uno de los diez títulos de ficción más interesantes del 2014. Un reconocimiento que en su día la escritora Mercè Rodoreda lamentaba que no tuviera en una carta al mismo autor: «es realmente muy triste que se haya tenido que publicar tan mutilada en Barna. Y debe ser una pena para vos. Además me parece que se ha dado poca importancia a Incerta glòria«. En el mismo escrito, Rodoreda expresaba su admiración por la obra: «se debe leer al menos dos veces. […] Es una señora novela: llena, brillante, rica a más no poder. Tan diferente de la literatura triste y falsa que se hace en nuestro país. Todavía no me he repuesto de esta lectura».

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