MUSICAL

'La alegría que pasa' de Santiago Rusiñol, la última creación de Dagoll Dagom

Àngels Gonyalons participará en el nuevo y último musical de creación de la compañía antes de retirarse después de casi 50 años de trayectoria.

Redacció

«L’alegria que passa es una obra corta, en 20 minutos puede estar interpretada, y nosotros hemos montado un musical de 105 minutos», explica la productora ejecutiva y miembro del equipo de dramaturgia, Anna Rosa Cisquella. «Hemos transformado a Rusiñol en un musical contemporáneo», dice el autor y director del espectáculo, Marc Rosich: «Es una fábula contemporánea que hemos hecho crecer, hemos dado una nueva entidad a los personajes originales inspirándonos también en otras prosas y obras del autor como Pájaros de paso, pájaros de barro o en detalles biográficos del propio Rusiñol».

El musical se centra en la historia de una compañía teatral que llega a un pueblo gris gracias a la iniciativa del alcalde. El objetivo del alcalde es llevar la alegría a los vecinos y hacerles olvidar la triste vida que llevan. Un reparto de nueve intérpretes, formado, entre otros, por nombres como Àngels Gonyalons, Mariona Castillo, Jordi Coll, Julia Genís y Eloi Gómez, serán los encargados de dar vida a todos los personajes, al pueblo ya la compañía, pero también tocan instrumentos en directo y bailan: «Este doble papel es una metáfora de la vida y del teatro», indica el director. Un reto artístico que coincide con la esencia del original: “L’alegria que passa es un cuento de raíces clásicas, pero de impronta contemporánea. La obra habla del compromiso de la sociedad con el artista, pero también del compromiso del artista con la sociedad», añade.

«La obra habla del compromiso de la sociedad con el artista, pero también del compromiso del artista con la sociedad»

En L’alegria que passa, como también ocurre en la obra de Rusiñol, habrá un amor imposible entre dos polos opuestos, el hijo del alcalde y una cantante de la compañía: “Cada uno se enamora del otro por su vida. Uno quisiera ser artista, mientras que la otra prefiere una vida estable y solucionada”, comenta Rosich. Pero no lo tendrán fácil, habrá diferentes obstáculos que tendrán que superar, como sus respectivas parejas o el propio alcalde de la ciudad, interpretado por Àngels Gonyalons. “Interpretará dos papeles antagónicos: el alcalde, pero también el clown de la compañía teatral. Por su criba pasa revolucionar el pueblo, y después calmarlo para que todo siga igual”, explica Cisquella.

L’alegria que passa está pensada como un cuento contemporáneo “en el que, sin dejar de homenajear al mundo imaginado por Rusiñol, se ha pretendido dotar de modernidad a los viajes de los personajes”, comenta Rosich. Pero sobre todo se ha querido crear un artefacto lleno de magia escénica, «donde la pista gris del polideportivo donde actúa la compañía de artistas es un punto de partida para soñar, un espacio de juego donde todo es posible».

Un musical contemporáneo y multidisciplinario

L’alegria que passa está concebida, tanto por el autor original como por Dagoll Dagom, como un espectáculo en el que conviven disciplinas y lenguajes. Para ello cuentan con nombres cercanos a la compañía que ya habían trabajado juntos en Maremar: Ariadna Peya, en las coreografías, y con Andreu Gallén, como creador y director musical. «En el movimiento trabajamos a partir de los dos mundos, que representan dos universos diferentes: un pueblo gris, rutinario y estancado, y un mundo artístico trepidante, emocionante e ilusionante», explica Peya. La música, por su parte, tendrá un papel vertebrador durante todo el montaje y poco tendrá que ver con las piezas originales de Enric Morera: “El mundo del pueblo tendrá una sonoridad más electrónica y sintética; en cambio el mundo de los artistas tiene una sonoridad más acústica, más viva y más brillante”, explica Gallén que afirma haberse inspirado en los musicales contemporáneos anglosajones: «Hay rap, pero no queremos hacer un Hamilton«.

El último musical de creación de Dagoll Dagom

«La ilusión de todos ha hecho que nuestro proyecto artístico haya durado tantos años», dice Cisquella como fundadora de Dagoll Dagom. Cisquella ha afirmado que pese a este será el último espectáculo de creación de la compañía queda pendiente un último regreso Mar i Cel, el musical insignia de la compañía en el que ya están trabajando para recuperarlo en 2024 y celebrar los 50 años de trayectoria y cierre definitivo de la compañía.

«Después de 35 años de Mar i Cel, y de los 37 de mi debut en la compañía en La Botiga dels Horrors, todavía queda la ilusión», comenta Gonyalons: «Descubrí Dagoll con Antaviana, La nit de Sant Joan o Glups y me parece admirable que lleven tantos años haciendo teatro musical en catalán. Nunca han perdido las ganas de innovar, probar, reinventarse y crear, sin esperar a que vengan de fuera para hacerlo».

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