Concha Piquer y Federico García Lorca se encuentran en el Teatro Español justo en la semana en la que estalla la Guerra Civil Española. Un amigo íntimo de ambos, el letrista Rafael de León, logra cumplir el deseo de la cantante de citarse en persona con el poeta, al que quiere pedirle que le escriba una canción para su próximo espectáculo y también advertirle lo de la difícil situación política del país.
Un encuentro entre tres personalidad artísticas excepcionales que nunca pudo producirse pero que la magia del teatro hará posible gracias al musical En tierra extraña, que se podrá ver del 2 al 7 de mayo en el Teatre Tívoli. La pieza reflexiona sobre el concepto de patria desde la idea de la conciliación e invita a realizar un viaje a la esencia de la copla, transitando también por canciones de Broadway, la música cubana o la canción popular española. Protagonizado por la cantante Diana Navarro, el espectáculo está escrito y dirigido por Juan Carlos Rubio, con quien hemos compartido esta interesante conversación.
Teatre Barcelona: ¿Cómo nació la idea de reunir a estos tres personajes y construir un encuentro ficticio entre ellos?
Juan Carlos Rubio: Surgió a través de una llamada que me hizo José María Cámara de SOM Produce y de sus inagotables ganas de hacer musicales de creación propia en España. Me puso sobre la mesa un maravilloso repertorio de canción española, el personaje de Concha Piquer y también un tema muy presente en este país: la eterna lucha que tenemos entre las dos Españas. A raíz de aquí, empezamos a trabajar y surgió ese encuentro que no tuvo lugar, pero que podría haber sido real, entre Concha Piquer y Federico García Lorca. Es verdad que la tercera pata de este banco, Rafael de León, otro maravilloso creador, sí que era amigo íntimo de Federico García Lorca y amigo íntimo de Concha, además de letrista de sus canciones, por lo que se hubiera se ha producido un encuentro como éste. Nosotros lo que hacemos es fabular en torno a este encuentro inédito en el Teatro Español y hablamos sobre la España que acabó simbolizando Concha Piquer y la otra España que Lorca representaba. Debemos dialogar, derribar muros y hacer que las banderas no sean obstáculos, sino un símbolo de conciliación y de empatía con la gente con la que compartimos este territorio llamado España.
Concha, Lorca y Rafael son tres personajes reales que viven una reunión ficticia. ¿Cómo has abordado la construcción dramática de unos personajes que presentan una sólida base histórica para crear este encuentro entre los tres?
Conocía bastante la figura de Federico, porque había trabajado en otros espectáculos como La correspondencia de Lorca, donde indagué mucho sus cartas. Tuve que indagar mucho más con Concha Piquer, una personalidad con un gran aura de misterio y de la que no hay tanta información. Leí su biografía, escrita por su hija, oí todas sus canciones, también invité en la vida de Rafael de León, pero sobre todo indagué mucho en el momento político que vivíamos. Me di cuenta de que eran tres personajes que ya funcionaban porque son tres seres brillantes, irónicos, con sus particularidades. A través de sus realidades lo que queremos es que el público vea un encuentro entre ellos que se produce en la intimidad privada, fuera de la esfera pública, en la que se están comportando como seres humanos y no como mitos. Y creo que éste es el acierto del espectáculo: la sencillez, y también la verdad deslumbrante con la que trabajan Diana Navarro, Alejandro Vera, Avelino Piedad y todo el equipo que hemos tenido para hacer esta producción.
La música tiene un gran peso en En tierra extraña. Suenan canciones del repertorio de Concha Piquer que se combinan con poemas de Lorca y con nuevas composiciones originales. Como dramaturgo, ¿qué aporta esta riqueza musical a tu ejercicio dramático?
Muchísimas cosas. Tener cerca a cerca Julio Awad ha sido una garantía para poder explorar todas estas piezas y tenerlas con la duración y el matiz que conviniera en cada momento de la función. La función va transitando por muchos estados anímicos y, estas versiones que ha realizado o la composición original final que interpreta Diana, han ayudado muchísimo. La música te transporta a lugares sensoriales en cuestión de segundos y en ese sentido apoya y multiplica magistralmente la situación dramática, sencilla, que yo planteo. Concha pide a Federico que le escriba una letra para una canción, éste es el punto de partida de la historia y la música es imprescindible y multiplicadora.
No sólo eres el dramaturgo del espectáculo, sino también el director. Desde esta doble condición escénica: ¿cómo afecta tu escritura dramática a tu ojo director?
Son dos facetas muy complementarias. Cuando me enfrento a un texto desde la escritura, ya me estoy planteando ciertos trazos de director. Tengo bastante bipolaridad en ambas cosas, no rindo pleitesia a lo que yo escribo antes, porque creo que el trabajo del dramaturgo está en la soledad de tu casa y, en cambio, la realidad escénica es otra, con un equipo, con unos actores, y yo como director estoy abierto a sensaciones. Pero al ser el mismo dramaturgo sí que tengo mucha más libertad para tomar decisiones muchas veces importantes. Me gusta hacer ambas cosas y me encanta que otros directores y directoras dirijan mis textos o dirigir a otros equipos.
Diana Navarro interpreta a Concha, Alejandro Vera en Lorca y Avelino Piedad a Rafael de León. ¿Cómo fue la selección actoral? ¿Cuándo supiste que ellos tres debían ser los protagonistas?
El nombre de Diana surgió enseguida, SOM Produce tenía muchísima confianza en ella y yo también. Creo que no podía haber sido de otra forma. Diana, que no tenía una experiencia previa teatral como actriz, me ha sorprendido muy gratamente y ver cómo ha sido capaz de crecer y crear un personaje tan complejo de una forma tan preciosa ha sido una gran experiencia. Avelino trabajó con SOM en La función que sale mal le propusieron y fue una revelación. A Alejandro ya le conocía, le adoro y cuento con él muchísimo.
En tu extensa carrera escénica de casi tres décadas, ¿qué significa el espectáculo En tierra extraña?
Tocar el cielo. Para mí es maravilloso estar aquí con una producción propia original, dirigiendo y habiendo escrito el texto, con ese reparto y esta producción. Estar aquí con esta historia que habla de la realidad actual del país en este momento, de la crispación que existe… Este espectáculo es un sueño hecho realidad en mi carrera. Ya puedo dejar de trabajar tranquilo porque creo que aquí ha habido una conjunción de cosas tan maravillosas, estoy en el mejor sitio que podía soñar estar en ese momento de mi carrera.
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