El festival, que se celebra del 29 de junio al 30 de julio, reivindica la colectividad como herramienta de enriquecimiento individual. Barcelona se llena de creatividad, sinergias y conexiones artísticas a través de ochenta propuestas que buscan darnos respuestas a los temas que nos preocupan y hacernos cuestionar nuestros tiempos.
Teatro Barcelona: Este año, la perspectiva que nos propones es mirarnos como colectivo.
Este año quería hablar de humanidad, de globalidad, de colectividad… No somos todos iguales después de estos últimos años que han pasado y yo creo que había ganas de reflexionar sobre la soledad o la colectividad, dos temas muy universales y muy vigentes después de todo lo vivido.
En Cataluña somos un país de colectivos, nos gusta organizarnos y actuar en grupo.
Es algo muy nuestro. En el ámbito artístico, por ejemplo, el país está lleno de corazones o corales y esto es fantástico. Me gusta ese equilibrio entre lo popular y lo contemporáneo. Un arte popular también puede ser un arte actual. No quería hacer un festival únicamente coral y por eso he apostado por mezclar los corazones con otras disciplinas como el circo. Son dos artes colectivos: uno une diferentes voces y el otro tiene un fuerte componente colectivo en el hecho artístico.
«Es importante que el Grec sea un festival popular»
El circo es un gran protagonista de la edición.
Sí, es un arte muy poco conocido en nuestro país. El circo es un sector donde los profesionales se ayudan a muchos entre ellos, quizá por la colectividad del arte, eso no pasa tanto en el teatro. Es un sector que no tiene el público que debería tener y es importante apoyarlo. Rara vez se ve circo en teatros públicos, se asocia mucho a los niños ya la calle y ha entrado en las salas tarde y desde un punto de vista más contemporáneo. Hay artistas muy buenos, algunos llevan mucho tiempo trabajando y otros se han formado fuera y ahora vuelven con espectáculos de muchísimo nivel. Hay lugares que hacen un trabajo muy importante como la Fira Trapezi, la Central del Circ, l’Ateneu Popular 9 Barris o l’Escola Rogelio Rivel, pero quería que el circo tuviera una plataforma de exhibición para que el público se enamore del circo tal y como me he enamorado yo. Ésta es una de las razones por las que también hemos querido inaugurar con circo.
El espectáculo es Pulse con Gravity & Other Myths y la colaboración de Cor de Noies del Orfeó Català. Tú tienes una vinculación especial con el mundo de los corazones.
Uno de mis primeros trabajos profesionales fue el Festival de Cantonigros. Tenía 12 o 13 años y me permitió escuchar corales de altísimo nivel. En el Grec de este año no hay todas las corales que hubiera querido, pero si contamos con las más top como la Coral Cantiga, la Coral Carmina, la Coral Amics de la Unió de Granollers, el Cor de Noies y el d’Homes de l’Orfeó Català o un coro de niños de una escuela del Raval que actuará en el musical de Jordi Prat i Coll… Hay una docena de espectáculos con corales dentro del festival, pero ningún concierto coral. Hemos apostado por el diálogo entre disciplinas.
Cataluña es tierra de asociaciones, de agrupaciones, de movimientos, de colectivos… De hecho, el Grec también nació como festival fruto de la unión de un colectivo de artistas.
Sí, nació de un empleo que varios artistas visuales, actores, directores… podríamos decir algo hippies (rie), que se organizaron para crear un festival. Duró dos años y el tercero se disolvió y fue cuando el Ayuntamiento le cogió para convertirlo en un festival público.
A estas alturas ya tienes el festival del 2024 casi terminado.
Lo tengo sobre papel y siempre hay cambios. Los proyectos internacionales, por ejemplo, deben cerrarse con mucha antelación. Existe mucha coordinación y diálogo con festivales internacionales, pero también con los nacionales y con los equipamientos públicos y privados de la ciudad. Se trata de optimizar los recursos limitados que tenemos para poder apoyar a creadores y artistas y haciéndolo juntos podemos levantar más proyectos.
¿El Grec es un festival que sólo se puede hacer en Barcelona?
Sí, por la estrecha colaboración que tenemos con las Fàbriques de Creació y que nos permite ser, como buen festival público, un reflejo de la creación del talento local. Ahora bien, también deben haber propuestas internacionales inspiradoras que nos hagan aprender y descubrir y que aporten nuevas visiones. Encontrar el equilibrio entre ambas visiones es un gran reto que debe ajustarse a un presupuesto concreto. El Grec también creo que es un festival muy genuino por todas las propuestas que hacemos en espacios singulares, llevamos el teatro a lugares inéditos donde no se hace normalmente. Queremos que la gente descubra también espacios en la ciudad y por eso hemos esparcido el Grec por todos los distritos de la ciudad.
¿Cómo es tu día a día en el trabajo?
Tengo mucho trabajo (ríe). Es un trabajo bonito, pero complejo. Viajo bastante y estoy en contacto con muchos programadores. Como veo mucho, también recomiendo artistas que me gustan a otros programadores.
¿Cuándo termina tu trabajo, cuando dices lo suficiente o hasta aquí?
Hay quien no quiere ir conmigo al teatro porque en los vestíbulos no paran de hacerme propuestas (ríe). Recibo y hablo con muchos artistas, es mi trabajo y lo hago con mucho gusto. Es un tema de capacidades. Me llegan muchas propuestas y mucha información, pero mi cerebro es sólo uno y también tengo una vida personal. Intento escuchar y responder a todo el mundo o derivarlos a otras puertas que puedan interesarles.
Con la pandemia olvidada… ¿podemos decir que el sector se ha recuperado?
Es difícil contestar. Creo que todavía no nos hemos recuperado, todavía hay miedo. Ha sido muy duro para el sector y además han subido los precios… Estamos en un momento de cambio generacional. Creo que como sector lo hicimos bien durante la pandemia, pero es cierto que los más jóvenes lo tienen complicado para levantar espectáculos. Sin embargo, creo que estamos en un momento bonito en el ámbito creativo, hemos hecho un Grec con mucha creación y es un festival que creo que no me habría atrevido a cumplir hace 5 años. Estoy muy esperanzado de cara al futuro, la gente empieza a respetar la creación hecha aquí y ojalá que estos nuevos creadores acaben convirtiéndose en figuras consolidadas.
Hablando de nuevas generaciones: en el Grec de 2022, un 60% del público de artes escénicas era público nuevo.
Sí, es un dato muy bonito. Hay gente que cree que en el Grec va siempre la misma gente y es falso. Hay mucha gente que va una vez el Grec y mi reto es que vayan dos veces.
Los abonos han volado.
Vendimos 15.000 entradas en 6 horas. Fue complicado de manejar, pero era importante limitarlo para evitar ser siempre los mismos. Es importante que un festival como el Grec sea un festival popular y hay que dejar espacio también al nuevo público, que la gente pueda acceder a los espectáculos.
Todos buscamos los mismos nombres.
Tenemos 160.000 entradas a la venta y queda mucho Grec por elegir. Falta rascar un poquito e ir más allá del primer nombre porque la programación está hecha con mucho cuidado y todo tiene mucha calidad.
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