El dolor de Mouawad explota con 'Un obús al cor'

Redacció

Hay obras que marcan un antes y un después. Incendis es una de ellas. La obra de Wajdi Mouawad quedó grabada en la retina del público barcelonés. Oriol Broggi ha hecho que el dramaturgo libanocanadenco sea un habitual de los escenarios catalanes. Después de Cels y Litoral, esta temporada se podrá ver Boscos, que cerrará la tetralogía La sangre de las promesas. Ahora, además, el director de La Perla 29 y Ferran Utzet codirigen un monólogo interpretado por Ernest Villegas que condensa, en una hora, todas sus temas habituales: la identidad, la emigración, la guerra, la incomunicación con los padres y la repetición de la historia. En la Biblioteca de Catalunya del 17 de noviembre al 18 de diciembre.

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«Un obús al cor tiene algo de urgente. Cuando lo lees, tienes la sensación de que Mouawad tiene muchas cosas en su interior que tiene que sacar para curarse del dolor», dice Oriol Broggi. El dramaturgo libanocanadenco tuvo que escapar con su familia de la Guerra Civil Libanesa el año 77, con sólo 10 años. Después de vivir unos años en París y que no les renovaran el permiso de residencia, se estableció en Quebec. Más tarde volvería a Francia ya convertido en un dramaturgo de éxito. En algunas entrevistas explica que, a pesar de que le salvó la vida, el exilio lo rompió en dos. No es de extrañar, pues, que la emigración, la identidad y la guerra sean parte intrínseca de su obra. Una obra marcada por el dolor y la violencia, protagonizada por jóvenes que, a pesar de no haberla vivido primera persona, están completamente marcados por la tragedia.

«Estamos ante un texto precioso, una historia que necesita ser contada, pero también difícil, erosionando emocionalmente; sales deshecho como en Incendis explica Ferran Utzet-. Habla de lo que él sufrió como niño, sobre hacerse mayor, la relación con el país que lo acoge, pero también eldescubrimiento y la aceptación de la enfermedad de la madre. Es épica e íntima al mismo tiempo, una mezcla de estados y géneros teatrales».

El actor Ernest Villegas es quien asume el reto de subir solo en el escenario. Interpreta un chico libanés residente en Canadá que recibe una llamada del hospital avisando su madre se encuentra en estado grave. Sale corriendo hacia la calle, donde cae una tormenta de nieve que se verá obligado a cruzar -de manera literal y metafòrica- en el viaje en autobús hasta el hospital. Durante el trayecto no sólo recordará el pasado, sino también mirará al presente y imaginará el futuro.

Villegas explica que, tras interpretar A nostre gust -dirigida también por Oriol Broggi-, se dio cuenta que tenía ganas de enfrentarse a solas a un montaje. Fue Ramon Vila, compañero de reparto y traductor del texto, quien se lo hizo llegar. «Me enamoré al instante. Vi que estaba ante un texto muy potente, de alguien que intenta entender quién es y dónde quiere ir. Mouawad tiene la habilidad de explicar cosas profundas y dolorosas de una manera tan triste como bestia triste y hacer que conecten con todos. Te reconcilia con la gente que quieres y te das de las cosas verdaderamente importantes de la vida».

El monólogo es fruto de la adaptación teatral de la novela de Mouawad Visage retrouvé (2002) y, según Broggi, es un remix de sus obras. «Le gusta repetirse, incluso hay frases de los otros textos.Esto, condensado en 1h y 15 minutos, aunque la hace más impresionante».

Text: Mercè Rubià

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