Dicen que el cabaret no vende. Y menos si es literario. Así que a la Delikatessen dirigida por Joan Ollé le llamaremos menú degustación de palabras. O lo que es lo mismo, una degustación de los textos de Vázquez Montalbán, Estellés, Martí i Pol o Marta Carnicero aderezados con piezas musicales y la interpretación de actores leridanos: Eduard Muntada, Ferran Aixalà, Clara Olmo, Sandra Pujol y Marta Rosell. Una propuesta de La Remoreu Teatro que se podrá ver en la Sala Muntaner del 16 de noviembre al 11 de diciembre.
«Joan es un gourmet, pero no tiene ni idea de cocinar», explica Eduard Muntada. Así que se lo ganó acogiéndolo en casa, en Lleida, y llenando la barriga. Su compañía, La Remoreu Teatre, tenía ganas de hacer algo con Ollé y hacer temporada en Barcelona, donde las compañías leridanas, a excepción del teatro familiar, tienen muy poca -o nula- presencia. Como dice el propio Ollé, «tienen la desgracia teatral de haber nacido en Lleida, donde los buenos actores se quedan allí, en el Far West; el país no estará normalizado hasta que un leridano interprete Hamlet en Barcelona sin tener que abandonar el catalán occidental». Así que rescataron la idea de la Sopa de letras que hace tres años inauguró el Temporada Alta y reformularon la receta; lo que había sido una lectura dramatizada con la flor y nata de la literatura, el teatro y la cocina catalana para celebrar que el Celler de Can Roca eran oficialmente los mejores restauradores del mundo, ahora es un espectáculo cocinado a fuego lento con textos de diferentes autores.
El espectador entra a un restaurante donde no hay personajes, sino comensales que vehiculan textos llenos de humor y referencias culturales sobre la gastronomía. Así, se puede descubrir desde cómo se cocina un vasco a la vasca o una ballena, el himno a la sartén de Manuel Vázquez Montalbán o cómo debe hacerse -en palabras de Da Vinci- para matar a alguien en un banquete y que nadie se dé cuenta. Y todo, regado con canciones de las Tierras del Ebro, la Internacional o el Cocidito madrileño. «Hoy en día la cocina se ha revalorizado y la televisión está llena de programas de gastronomía. Todo el mundo piensa que sabe mucho, pero aquí se pueden aprender cosas que hace mucho tiempo que están escritas, pero que nunca salen a programas como MasterChef», ironiza Montada.
Como en todos los menús degustación, si bien es importante que todos los platos sean suculentos, el trabajo del chef es saberlos alternar para potenciar el contraste de sabores, convertirlos en un conjunto que tome sentido. «Ollé lo entiende todo como una gran partitura; pequeñas cápsulas de teatro, poesía y canciones que acaban encajando de tal manera que, sin que te des cuenta, ya ha cambiado de escena. La hora del espectáculo pasa volando» dice Ferran Aixalà -actor, clown y guionista de El Forastero de TV3-, que aquí toca la guitarra y el piano en directo y que es, además, autor de alguno de los textos .
Aunque habría sido fácil convertir el espectáculo en una degustación gastronómica, han optado por la exclusividad de la palabra y la música. «No podemos ir al Celler de Can Roca cada día para que no nos lo podemos permitir, pero en cultura sí podemos optar cada día para la mejor calidad; un libro cuesta lo mismo tanto si es un perrito caliente como caviar«.
Texto: Mercè Rubia