Intérprete de amplísimos registros, goza de una popularidad enorme, y en el teatro suma un éxito detrás de otro. Ahora está volcada en Prostitución la obra dirigida por Andrés Lima, Premio Nacional de Teatro, y en la que comparte escenario con sus dos compañeras de reparto: Nathalie Poza y Carolina Yuste. Un espectáculo teatral, musical y documental que nace en la calle y se mueve hasta el escenario. Con Carmen Machi (Madrid, 1963) hablamos de teatro puro y mucho más, después de 40 años de carrera, con más de 40 películas, 30 obras de teatro y 12 series.
¿Siempre tuviste claro que querías ser actriz?
¡Lo tenía clarísimo! Tenía la certeza de que haría esto. Lo que no tenía tan claro es que podría vivir de ese oficio.
¿Cuándo empezaste a hacer teatro?
Muy joven, con 17 años. Empecé en una compañía en Getafe llamada Taormina. No era buena estudiante. Me di cuenta de lo importante que era para mí el teatro cuando mis colegas se iban de fiesta y yo deseaba quedarme ensayando.
La mayor parte de tu carrera ha transcurrido en el teatro, pero la gente te recuerda más por las series de televisión.
El público piensa que Aída es el que más ha ocupado mi vida, pero no es real, porque cuando yo estaba haciendo la serie hice veinte funciones de teatro a la vez y también películas.
Dices que no te sientes marcada por el personaje de Aída, que interpretaste durante más de diez años en las series de televisión ‘7 vidas’ y en el spin-off bautizado con el nombre de su personaje.
No considero que me haya marcado el personaje de Aída, nunca he estado pendiente. He interpretado más de cien personajes a lo largo de mi carrera y siempre, cuando los acabo, me olvido y ya está. Que es un personaje que ha trascendido mucho y que a mí me ha dado muchas alegrías, esto es indudable, pero como otros muchos.
También en contra de lo que pueda pensarse, afirmas que es más difícil hacer comedia que drama o tragedia.
Para mí hacer comedia es más complejo, difícil, cansado e intenso que el drama, porque requiere un resultado para la persona que lo ve o escucha, es como dar un salto mortal continuamente, requiere un esfuerzo triple. Como actriz y como espectadora, yo me divierto más con el drama; no me hace gracia la comedia.
Ahora te vemos dedicada en cuerpo y alma a las funciones de Prostitución.
Hemos llevado a cabo una gran labor de investigación con Andrés Lima. Hemos estado documentándonos, entrevistando a prostitutas, hemos estado en prostíbulos, en la calle… Con todo este material damos vida a Prostitución. Todo lo que se dice en la obra son testigos de prostitutas que han hablado con nosotros y que hemos transcrito literalmente.
Los datos dicen que España es el país que más prostitución consume en Europa.
Hay un dato que para mí es mucho más relevante. Cuando empezamos a realizar la función, los espectadores entraban en el teatro hablando de las prostitutas; ahora hablan de las mujeres. El tema de las prostitutas se trataba como un problema aislado, y ahora se ve como un problema dentro de lo que viven las mujeres. Es un problema de la situación de la mujer. La voz que cuenta es la de la mujer. Y esto está de muchas maneras: con la violencia contra la mujer, por las políticas que tienen en cuenta la perspectiva de género… Los personajes que interpretamos hablan del maltrato que sufren, de la libertad para mantener su oficio. Y todo esto las engloba como mujeres, no como putas.
«Todo lo que se dice en la obra son testigos de prostitutas que han hablado con nosotros» – Carmen Machi
Aunque sin encontrar respuestas, probablemente se sale de esta función con un concepto muy diferente al que se tenía al entrar.
Esto es mérito del teatro. A nosotros mismas como actrices nos ocurría. Yo me levantaba pensando como una abolicionista y por la noche todo lo contrario [ríe]. Lo bueno de esta función es que da voz a mujeres que normalmente se han silenciado.
¿La mirada sobre la prostitución cambia según si los espectadores son hombres o mujeres?
Ha sido un acontecimiento, y la reacción de la gente en general, de mujeres y hombres, es muy gratificante. La mayoría de las veces, los primeros que se ponen de pie después de terminar la representación son los hombres, lo que llama la atención. Es una función que hace pensar a todos, que no deja en absoluto indiferente y que llega adentro. La verdad es que el público se emociona mucho, y para nosotros es muy reconfortante cuando vienen prostitutas a vernos y nos agradecen el trabajo. Quiere decir que Prostitución está movilizando, y por eso está, el teatro.
Una denuncia habitual de las actrices es que a partir de cierta edad les escasean los papeles importantes. No fue tu caso.
Siempre se ha escrito para mujeres de 50 para arriba, lo que ocurre es que las mujeres ahora no somos las mismas que hace veinte años. Yo creo que hay mucho más respeto por la mujer de lo que parece, y se está viendo. Muchas series son protagonizadas por mujeres policías, jueces… Además, no por ser mujer todo lo que vas a hacer será bueno. Hay que decirlo y yo lo digo; no me preocupa si a alguien le molesta.
Carmen Machi se compromete y levanta la voz.
No es relevante, mi grito. Me gusta ayudar en ciertas causas, y lo hago de corazón, pero el grito más potente es lo que proviene de la sociedad.
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