La Biblioteca se convierte en el hostal de Mirandolina

Redacció

Mesas redondas, manteles de cuadros rojos y blancos, macarrones, aires de los 60 y música en directo. La Biblioteca de Cataluña se ha transformado para convertirse en el hostal de la Mirandolina. Un espacio de acogida donde los espectadores se integran totalmente en la obra de Carlo Goldoni dirigida por Pau Carrió.

En el hostal de la Mirandolina las mujeres tienen la sartén por el mango. Laura Aubert es la hostelera, una mujer de carácter de quien todos los huéspedes acaban rindiéndose a sus pies. Todos, menos uno: en Ripafratta, un intelectual misógino «muerte de cintura para abajo y el corazón abandonado» -explica David Verdaguer- que, a diferencia de los otros clientes, no quiere saber nada de la propietaria y «se dedica a increpar -la públicamente «. Un reto para Mirandolina, que intentará hacerle caer y arrancará una lucha entre dos titanes.

Mirandolina es propietaria de su negocio, lo que le permite, explica Carrió, estar «potencialmente liberada», pero no asegura que se pueda deshacer «de todas las presiones sociales». «Si somos lo suficientemente honestos, es fácil ver que, por mucho que lo intentamos, es difícil liberarnos de la herencia de comportamiento entre hombres y mujeres. El texto de Goldoni no es feminista, pero no oculta el machismo de la sociedad. Opta por mostrarlo«. Por Julia Barceló, sin embargo, El hostelera sí permite abandonar la idea de que las románticas son las mujeres. «Aquí los románticos son los hombres. Son los que quieren una relación tradicional y se preguntan cómo puede ser que sean las mujeres las que eligen como relacionarse «. Según Javier Beltrán, la protagonista «vuelve locos a los hombres porque aprecia su libertad e independencia. No lo entienden, pero a la vez se sienten atraídos por una mujer con carácter».

Desde el punto de vista del director, uno de los puntales del texto de Goldoni es que no se reduce a un único modelo de amor, sino que hace que cada personaje lo viva de una manera diferente y lo hace rico. «El amor es desordenado, caótico. Yo mismo no tengo claro qué es el amor porque cada vez que me he enamorado ha sido diferente».

MACARRONES A LA MESA

La mayor sorpresa para los espectadores es la conversión de la Biblioteca en un hostal ambientado en los años 60, inspirado en las películas de Fellini. Los espectadores se sientan en mesas redondas, donde en el entreacto se les servirá un plato de macarrones mientras los actores forman una banda y tocan canciones en directo. «El olor de la comida y el ruido de los tenedores consigue que la obra coja otra dimensión, es teatro en 4D», dice Verdaguer.

Aparte de los dos protagonistas, Laura Aubert y David Verdaguer, completan el reparto Julia Barceló, Javier Beltrán, Jordi Oriol, Alba Pujol y Marc Rodríguez. Arnau Vallvé, además, se ha encargado de la dirección musical. «La obra es de compañía, era muy importante la elección del equipo», asegura Carrió, que se estrena en el ámbito de la comedia tras dirigir obras como Enrique V o Hamlet de Shakespeare. «En La Perla 29 teníamos ganas de jugar en primera división; el texto de Goldoni y este elenco nos lo permite. Podría estar en el Nacional o el Libre perfectamente «, dice satisfecho Oriol Broggi.

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