Ensayo clínico en la Beckett

Mercè Rubià

Dos jóvenes que participan en un ensayo clínico de un nuevo fármaco antidepresivo enamoran. Es real lo que sienten? Sixto Paz vuelve a la Sala Beckett con L’efecte, una obra de la británica Lucy Prebble que se adentra en los límites de la medicina.

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Sixto Paz siempre dicen que no quieren que la gente hable de su trabajo, sino del texto. Es por ello que cada verano pasan horas y horas leyendo obras para elegir qué llevarán a escena la temporada siguiente, siempre revolviendo entre textos con temáticas de actualidad que inviten a la reflexión. Si con Pulmons el público salía hablando de paternidad, ahora el debate aún puede ser más intenso para que la compañía ha elegido una obra que se adentra, ni más ni menos, que en la neurología y los límites de la medicina. Fue el dramaturgo Juan Carlos Martel quien los descubrió este texto de la británica Lucy Prebble, creadora de la serie Secret Diary of a Call Girl y obras de éxito como ENRON, que lleva a escena el escándalo de esta empresa y The Sugar Syndrome, sobre la pederastia en internet. De hecho, Martel podría ser el protagonista ausente del espectáculo porque también fue quien animó Jordi Prat i Coll a traducirla y una referencia de la directora, Carol López, para aceptar el encargo, dado que no sólo son amigos , sino que sabe que «tiene ojo para los buenos textos».

L’efecte parte de la historia de dos jóvenes, interpretados por Nausicaa Bonnín y Pau Roca, que participan como voluntarios en un ensayo clínico de un fármaco antidepresivo que estimula los niveles de dopamina y que les obliga a quedarse encerrados durante cuatro semanas en el centro. Montse German y Paul Berrondo encarnan los dos doctores que controlan las pruebas y al mismo tiempo dos posiciones bien diferenciadas frente la medicación. «Él cree que todo se puede curar con la química, mientras que ella cree mucho más en la terapia» explica Berrondo, «pero ambos tienen claro que no hay personas locas, sino enfermas». A partir de aquí se adentra en cuestiones y preguntas sobre el cerebro humano que actualmente «el teatro no se hace», asegura la directora, pero que «son muy actuales». «Durante un tiempo sentimos muy a hablar de la crisis y sin darnos cuenta en ya la teníamos a todo nuestro entorno. Ahora esto me está pasando con las enfermedades mentales, mi entorno cercano está lleno de casos de Alzheimer, bipolaridad… «, continúa López.

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Lucy Prebble, sin embargo, logra introducir todas estas cuestiones «con mucha arquitectura, mucha teatralidad y aquel humor de fondo y mala baba que nos gusta a Sixto Paz», explican. «Hay introduce la historia de amor de los dos jóvenes y construye muy bien todos los personajes y sus dudas». Mientras los jóvenes se preguntarán si lo que sienten es real, o no, la pareja de doctores deberán plantearse si huyen de los miedos, o se enfrentan, dice Carol López. Para Jordi Prat la autora contrapone la depresión, las no ganas de vivir, con el enamoramiento, las ganas de vivir. «Quiere poner razón a la emoción y emoción a la razón y lo hace de una manera que está espectacularmente bien tramado. Traduciendo se me ponía la piel de gallina «. Sin embargo, también explica que la autora ya deja bien claro en el texto que cualquiera que lo coja lo puede enredar, leerlo y con la pulsión que le transmita la obra «hacer lo que quiera». Y así lo ha hecho López, que ha optado por acortarla, «los británicos siempre lo explican mucho todo, nosotros vamos más directos».

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TAQUILLA INVERSA, INTELIGENCIA COLECTIVA
Toni Casares, director de la sala, ha destacado el trabajo de Sixto Paz para poner sobre la mesa temas de absoluta contemporaneidad y que invitan a la reflexión, pero también para mejorar la relación con los espectadores, «un modelo de lo que la Beckett intenta aprender». Incluso aseguró que se han prometido continuidad mutuamente y que espera que en un futuro no muy lejano, con la ampliación de la sala con el traslado en Poblenou, «los ayuden a crecer».

El principal artífice de esta reflexión sobre el pre y el post función y la relación con el público es el productor David Costa, que asegura que el público de las obras de Sixto ya ha participado de algún «ensayo clínico». A las funciones de Pulmons, por ejemplo, hicieron una prueba inteligencia colectiva con un resultado bastante sorprendente. Pusieron un bote con 1.576 piedras y preguntaban a los espectadores cuantas creían que había. Las respuestas fueron del todo diversas, desde 100 hasta 60.000, pero la media de todas estas hace 1581 y, por tanto, un error de sólo 5 piedras. «Esto es inteligencia colectiva», dice, «la inteligencia colectiva en la que creíamos cuando empezamos con la taquilla inversa», pero cuidado, «esto quiere decir que las mayorías se equivocan» y por tanto, «cuenta con apartar los enfermos porque son los que compensan y generan perspectivas nuevas». Y esto liga con L’Efecte, que nos puede llevar a preguntarnos según Costa si «se deben curar o no? ¿Dónde está la frontera entre una opinión y una anomalía? «.

Texto: Mercè Rubià / Fotos: Sixto Paz

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Periodista. Teatrera. Enamorándome de la danza y del circo. Advertencia: Si la mayoría de mis recomendaciones tienen muchos aplausos no es por falta de criterio (que quizá también), si no porque prefiero hablar de las obras que me gustan. Muy lejos de querer hacer (o ser) crítica.

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