Musical pequeño... pero con historia

Tell me on a Sunday (Diga-m’ho en diumenge)

Tell me on a Sunday (Diga-m’ho en diumenge)
14/08/2017

Tell me on a Sunday tiene mucha historia detrás, y quizás es uno de los musicales de Andrew Lloyd Weber que más obstáculos ha superado con el paso de los años. Primero se concibió como un proyecto para la televisión, con letras de Tim Rice, pero las desavenencias entre compositor y letrista lo paralizaron todo. Finalmente, entra en el proyecto Don Black y el musical sale editado en un álbum en el año 1980. Su éxito hizo que se quisiera llevar a escena, pero debido a su duración -se trata de un monólogo cantado- se unió a un ballet y se estrenó en el West End bajo el nombre de Song and Dance. Se hicieron varias versiones, pero quizás la más exitosa fue la de Broadway, con Bernadette Peters como protagonista absoluta. Con los años, el musical fue variando y no es hasta 2003 que se estrena en el West End como pieza única, con cinco canciones nuevas y una imagen totalmente renovada.

Tell me on a Sunday es un compendio de canciones que va explicando las aventuras y desventuras amorosas de una chica inglesa en Estados Unidos. Un poco al estilo de una nueva Sweet Charity, la protagonista no para de recibir desengaños emocionales y aún así persigue el amor de forma casi obsesiva. Además, el hecho de ser un monólogo y de ver a la actriz relacionarse con personajes invisibles acaba dando una imagen algo siniestra a todo el conjunto, sobre todo cuando la trama se va oscureciendo. Sea como sea, el musical requiere una actriz-cantante de alto nivel, y en este sentido creo que Lu Fabrés cumple muy bien su trabajo. El conjunto musical también suena bien, pero es cierto que los volúmenes no son los adecuados para una sala tan pequeña como la del Versus. Este punto, junto con un cierto envejecimiento de la dramaturgia, contribuye a que no estemos ante una pieza redonda … Aún así, si os acercáis al Versus podréis encontrar algunas de las mejores canciones compuestas por Lloyd Weber, con unos arreglos que a veces incluso recuerdan a Sondheim (no olvidemos que el concepto de la obra recuerda, a momentos, el célebre Marry me a little).

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