Después de estrenar La mujer más fea del mundo junto a Ana Rujas en la Sala Atrium, Bárbara Mestanza continúa con la trilogía de la bestia en Pocahontas o la verdadera historia de una traviesa. Esta vez ella se lo guisa y se lo come como autora, directora y única intérprete de la obra.
Ambas obras se caracterizan por ser monólogos viscerales con un fuerte discurso de género. En esta ocasión, toma el símbolo de Pocahontas para reflexionar sobre cómo se construyen las historias, o más bien cómo se deforman hasta crear mitos que poco tienen que ver con la verdad.
Todos conocemos la figura de Pocahontas, pero pocos somos conscientes de lo que realmente fue la vida de esta niña. Lejos del cuento de amor de Walt Disney, Bárbara nos cuenta una historia de pérdida de identidad y conquista, en el sentido más violento de la palabra.
Con esa tremenda energía que supura por cada poro de su piel, Bárbara defiende con valentía esta propuesta tan transgresora como poética. A pesar de algún momento inicial donde parece que no termina de arrancar, el potente texto y unas construcciones visuales más que sugerentes logran sacudir al espectador y despertar en él una sed de amor y justicia.
Si los cuentos infantiles construyen nuestras identidades desde pequeños, ésta es una invitación a desaprender todos esos mitos. Una invitación a enterrar todo aquello que éramos cuando no sabíamos quiénes éramos.