A estas alturas, destacar que Carmen Machi es una actriz de enorme talento resulta una obviedad casi prescindible de decir. Después de su participación en montajes como Juicio a una zorra, ¿Quién teme a Virginia Woolf? o Agosto, entre otros, ha quedado claro que su presencia y fuerza interpretativas son únicas y abrumadoras. Así, como era de esperar, en La autora de las meninas, Machi hace un trabajo extraordinario, entregándose a la función y consiguiendo captar al público con su energía. Desgraciadamente, la historia, escrita y dirigida por Ernesto Caballero, tiene un punto de partida interesante que se va diluyendo entre diferentes dispersiones y problemas de tono. Esta propuesta distópica plantea un drama con un personaje principal muy jugoso pero pierde mucha credibilidad mezclando el conflicto con pequeños chistes más adecuados para otro tipo de obra. Además, la intencionalidad política es confusa y parece que no acaba de verse claro cuál es el objetivo de su contenido satírico, más allá de hacer bromas de actualidad. En cualquier caso, la evolución psicológica y emocional de la protagonista está muy lograda (a pesar de algún pasaje menos afortunado) y ciertas reflexiones relacionadas con la vocación artística hacen que la propuesta aguante con dignidad, a pesar de que tenía potencial, con unos cuántos ajustes, para ser un espectáculo magnífico.
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